Consejos para ejercitarse cuando se tiene sobrepeso

Y vencer la vergüenza que a veces nos causa nuestro cuerpo

El
mayor problema, probablemente, al que se enfrenta la apersona con exceso de
peso que comienza a ejercitarse es la vergüenza, el sentirse fuera de lugar
entre las personas más delgadas o en mejor estado físico. 

Podríamos decir que una
gran parte de la culpa de esto la tienen la sociedad y los “perfectos” modelos
físicos que imponen como ideales a conseguir. Y estaríamos diciendo una gran verdad.
Pero lo cierto es que el superar la inseguridad y la vergüenza está en
nosotros.

Aunque
no lo creamos, la mayor parte de la gente que nos ve, mas allá de que tan
grande sea nuestro problema de obesidad, no se ríe ni se burla automáticamente.
Es más, la mayor parte, con toda seguridad, no nos prestará atención alguna.
Seguirán con lo suyo, mientras que nosotros nos llenamos, solos, la cabeza de
ideas negativas y amargura.

Por
lo tanto, es totalmente cierto que superar la vergüenza está en nuestra
actitud. Descubriremos que, una vez superado el miedo inicial, el gimnasio
puede ser un lugar bastante agradable, donde inclusive podemos conocer gente y
disfrutar buenos momentos, a la vez que trabajamos para mejorar nuestra salud. 

Una
alternativa: Entrenamiento Personal
 

Pero
si realmente no somos capaces de superar el miedo que el gimnasio puede
generar, si ejercitar en el mismo lugar que otras personas y a la vez que ellas
nos resulta imposible, siempre hay una solución. Y una de ellas es el
contratar los servicios de un entrenador personal (personal trainer). Esto tiene sus desventajas
(principalmente el no poder desarrollar el ejercicio como actividad social, en
compañía de otras personas) y algunas ventajas que detallaremos.

Hay
dos posibilidades con un entrenados personal. Una es contratarlo para que venga
a nuestra casa y trabajar en la comodidad del hogar y otra es trabajar en un
centro especializado. También podríamos hacerlo en un gimnasio, pero suponemos
que esto es imposible por lo que hemos dicho en el párrafo anterior. 

Ventajas
del personal trainer

1)  Negociación:
A diferencia de un gimnasio, donde sólo trataremos con empleados la mayor parte
del tiempo, y donde el margen de negociación es, -por lo menos- reducido, en el
caso del entrenador personal estaremos tratando directamente con la persona que
se encargara de nosotros, o con un “superior” directo, con lo cual es mucho más
sencillo discutir el precio, la duración y el estilo de las sesiones. En las
cadenas de gimnasios el dueño es un ente desconocido y el staff amplio,
mientras que el tratamiento en el caso de un personal trainer es mucho más
-valga la redundancia- personal.

2)  Privacidad:
Si lo que nos atemorizaba era la gente alrededor nuestro viéndonos, esta es la
salida perfecta, ya que podemos olvidarnos de ellos completamente. Los estudios
son pequeños, con un grupo muy reducido de gente trabajando en ellos y las
clases son particulares (mas allá de que también suelen ofrecer clases grupales
de fitness y aerobics, pero que son totalmente optativas, con lo que sólo
deberemos acudir a ellas cuando nos sintamos cómodos). Inclusive, puede ser que
nos brinden la posibilidad de arreglar horarios totalmente privados, en
momentos en que nadie más esté en el estudio. 

3)  Experiencia:
Mas allá de que también los haya en los gimnasios, en general en los estudios
hay profesionales con mas años de experiencia y mejor formación. 

4)  Atención:
Finalmente, como es lógico, en el caso del entrenador personal tendremos toda
su atención y durante todo el tiempo que dure el ejercicio, a diferencia de los
profesores de los gimnasios, que suelen tener que atender a varias personas
al mismo tiempo, con lo cual dividen su atención (amén de que suelen estar
ellos mismos ejercitándose a la vez).

Consejos
Finales

1)  Selección:
Elijamos con cuidado el gimnasio al que vamos a asociarnos. No son
todos iguales, así que hagamos un poco de investigación para encontrar aquel en
el que estemos más cómodos y cuyas técnicas mejor se adapten a nuestra
personalidad y deseos. Por supuesto, tengamos en cuenta también factores como
la experiencia y las credenciales antes de tomar una decisión. 

2)   Consulta:
Y, finalmente, consultemos a
nuestro medico antes de comenzar con cualquier programa de ejercicios. Él nos
conoce y nos puede guiar mejor que nadie.

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