De un
tiempo a esta parte, la medicina deportiva está aconsejando a los mayores
reemplazar sus ejercicios localizados por el fitness funcional.
Sucede que tanto
en el campo médico como en el deportivo, el entrenamiento funcional ha ganado
una tremenda popularidad, pues no sólo permite una recuperación más rápida
frente a una potencia herida, sino que también ha demostrado proveer mejores
desempeños en el campo atlético.
El fitness
funcional se compone de ejercicios multi-direccionales, los cuales ejercitan múltiples
articulaciones, y son un gran entrenamiento para mejorar el equilibrio.
Estos
ejercicios van desde tareas comunes y ordinarias como levantar unas pesas
livianas o juntar diversos tipos de objetos esparcidos en el piso, hasta
actividades más atléticas, como ser patear una pelota de fútbol, o saltar
vallas bajas, todo lo cual puede ser, asimismo, mejorado mediante este fitness
funcional.
Comenzando un entrenamiento de fitness funcional
Para realizar
este tipo de entrenamiento, es necesario poner en práctica ciertos patrones de
entrenamiento y movimiento que, probablemente, ya los esté realizando en su
vida diaria. En otras palabras, se trata de entrenar ciertos movimientos, y no
ciertos músculos individuales.
Es la misma
diferencia que existe entre, por ejemplo, realizar una actividad de movimientos
diagonales, laterales y giratorios que le podrían proveer levantar objetos del
piso, y realizar sólo un ejercicio direccional y localizado, como lo puede ser
levantar peso en una máquina.
Para que un
ejercicio se considere funcional, se tiene que realizar al menos tres
movimientos multi direccionales. Será importante que tenga mucho
cuidado, pues se saben que la mayoría de las heridas se provocan durante las
rotaciones, por lo que si se falla al entrenar haciendo este tipo de
movimientos, tendrá un mayor riesgo de sufrir lesiones.
Sin embargo, se
podrá apreciar que existe una gran diferencia entre realizar uno de estos
ejercicios funcionales, que trabajan sobre varios ligamentos, como ser el simple
hecho de agacharse, a diferencia de uno que active sólo un ligamento, como
puede ser sentarse en una máquina a levantar pesas, pues los primeros ayudan
mucho a entrenar el equilibrio y las articulaciones, y a evitar en consecuencia,
lesiones provocadas por su mala práctica.
Los ejercicios
funcionales necesitan contar con varios ejercicios que trabajen sobre las
articulaciones. Esto significar que se deben realizar movimientos en más de un
sentido, para que trabajen todos los ligamentos.
Agacharse, por ejemplo, es un
ejemplo de ejercicio funcional, pues trabajo sobre muchos ligamentos al poner en
práctica la cadera, la rodilla, y los ligamentos de los tobillos.
Por eso, un
ejercicio estabilizado que ponga en actividad unos pocos ligamentos, no puede
ser comparar con los beneficios que
proporcionan los ejercicios que actúan sobre varias articulaciones.
Además, los ejercicios funcionales integran muchos más músculos cuando se los
pone en práctica, por lo que son necesarios menos ejercicios para trabajar el
cuerpo en su conjunto, en comparación con los ejercicios localizados, que solo
trabajan los músculos de forma individual.
Por eso, una de las mejores cosas que tienen los ejercicios funcionales, es que
el hecho de realizar menos de estos ejercicios no significa entrenar menos al
cuerpo.
Por cierto, los
ejercicios funcionales desafiarán en gran medida su equilibrio, pues toda la
fuerza, resistencia, y flexibilidad que se puede llegar a ganar, en teoría, difícilmente
se logren si usted no puede permanecer de pie.
De hecho, una de las mayores
causas de lesiones y de mortalidad
en la población más adulta, no son los infartos ni los paros cardíacos, sino
las caídas a causa de la falta de equilibrio. Pero más allá de la edad, el
equilibrio siempre puede ser mejorado mediante la práctica.
Un ejercicio
que podría mejorar su equilibrio y fuerza, es agacharse en una sola pierna, lo
cual es similar a agacharse, pero se trabaja el equilibrio con una sola pierna
en lugar de dos, lo cual puede ser mucho más útil que levantar pesas mediante
una o dos piernas en una máquina de ejercicios tradicional.
En suma…
El
fitness funcional es el ejercicio ideal para cualquier adulto que no sólo esté
buscando verse mejor, sino también mejorar su coordinación, y desarrollar
una fuerza que se pueda utilizar no solo para hacer ejercicios de peso
localizados.
Como se puede ver, a medida que se realizan estos ejercicios multi-direccionales,
que implican la puesta en práctica de una gran cantidad de ligamentos, se
pueden mejorar estas articulaciones, junto con el equilibrio, y todo el cuerpo
en su conjunto, por lo que es ideal para la gente adulta.
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