Los kilos emocionales

Engordar y adelgazar. Qué hacer cuando sucede de manera continua sin darnos cuenta.

Adelgazar y engordar son hechos que suceden cuando se varía el hábito alimenticio, ¿Pero qué ocurre cuando la dieta no se modifica y  se experimenta un peso distinto casi de manera diaria?.

Los expertos atribuyen este cambio en la báscula a los efectos emocionales que puede existir. “A veces, cuando se atraviesa una depresión, o se experimenta un hecho traumático, influye en la asimilación de los alimentos. El estrés es otro de los grandes culpables”, sostiene el nutricionista argentino Juan Carlos Vallejos.

El sobrepeso o la pérdida de peso debido a un motivo emocional es mucho más difícil de tratar y solucionar. “Hay que analizar muy bien cuál es la verdadera causa que está trastornando a la persona y así poder enfrentarla y tratarla adecuadamente.

Cuando esto sucede, lo mejor es comenzar una terapia que junto a una dieta estricta comenzarán a influenciar positivamente al paciente”, comenta el especialista.

El estrés hace que se pierda peso, a pesar de comer mucho o lo mismo. “Cuando la persona logra superar la etapa de nerviosismo o tensión, recupera el peso perdido sin haber variado nada en su manera de alimentarse.

Es bastante normal en personas muy nerviosas o que atraviesan períodos de ansiedad. Hay que lograr estabilizar la calma para luego recuperar el peso perdido”, opina Vallejos.

Lo mismo puede ocurrir en sentido adverso. “Lo que antes no hacía engordar, si se atraviesa una etapa de estrés o muchos problemas, puede hacer que la persona aumente de peso sin agregar más calorías a su dieta habitual.
Hay que tener mucho cuidado ya que las emociones pueden influirnos de manera positiva o negativa. Lo importante es darse cuenta de esto y acudir a un profesional que ayude a descubrir dónde reside realmente el problema para comenzar con su posible solución
”, insiste el nutricionista.
 

Consejos y pautas a tener en cuenta:
 

 

 

  • El estrés es uno de los problemas que más influyen para ganar o perder peso
  • Si se está atravesando un período de ansiedad, depresión o mucha tensión y se ha experimentado un cambio de peso hay que acudir al especialista para que decida si es conveniente comenzar una terapia.

    Primero como suele hacerse, se descartarán inconvenientes físicos u otras enfermedades que pueden estar alterando el peso corporal.

  • Muchas mujeres son proclives a automedicarse para sobre todo, bajar de peso. La cantidad de obligaciones que se tienen contribuyen a generar un ambiente propicio para ingerir cualquier tipo de medicamento que creen que ayudará, pero no es así. El uso indebido de medicinas puede alterar mucho más el estado y hacer mucho más lenta la recuperación
  • Los kilos emocionales se reconocen ya que llegan de inmediato luego de padecer algún tipo de cambio exagerado. Una muerte, un divorcio, la pérdida de trabajo, una crisis profunda que hace inexplicable el problema
  • Es importante encontrar un método para exteriorizar los sentimientos negativos y positivos que ocurren. Las cosas buenas que pasan también pueden hacer perder o ganar peso.

    Por eso es importante descargar las emociones con algún deporte, cierta actividad reconfortante o simplemente para algunas personas es suficiente con una buena charla con algún amigo o familiar.

    Guardarse las emociones solamente hace que el problema crezca hacia adentro y se refleje hacia fuera haciéndolo adelgazar o engordar.  

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