No importa la edad ni el nivel de compromiso, un plan
romántico nunca está demás.
Ya sea en tu propia ciudad o en mitad de un viaje, hay
algunos hoteles alojamiento que no puedes dejar de visitar:
1. La suite erótica, Las Vegas
Ubicada en “The Palms Casino Resort”, esta habitación cuenta
entre otros servicios con un palo de pole dance, luces, cama giratoria y un
sillón erótico
2. The Love Hotel Design, Paris
De la fiesta en Las Vegas, al romanticismo en Paris.
Si bien el nombre del hotel (Amour) hace alusión al amor, su
decoración es más bien fálica y nudista.
3. La swinger-friendly, Riviera Maya
El “Desire Pearl Resort & Spa” ubicada en la Riviera Maya
ofrece a las parejas, un servicio all inclusive para la intimidad.
4. El rincón de lectura, Nueva York
A pocas cuadras de “Times Square” esta habitación parece de
lo más normal. Cuenta con luces de lectura, una computadora, escritorio y
cajoneras.
¿En su interior? Libros de Kama-Sutra.
5. Menu de Placer, Toronto
EL hotel “the drake” en Canadá atrae multitudes, pese al
tamaño de sus habitaciones. Tiene una decoración moderna con puertas de vidrio.
El servicio a la habitación de este hotel incluye
preservativos de sabores, juguetes sexuales y comida afrodisiaca.
6. El travieso, Nueva York
El hotel Z en Estados Unidos, ofrece un servicio de
relajación con desayuno en la cama, masajes y champagne.
El paquete “travieso” incluye roma interior comestible,
esposas, juegos eróticos y otros.
7. El expuesto, Nueva York
En la ciudad de Nueva York se encuentra el hotel “Standard
High Line”.
Preparado para la fiesta, cuenta con una terraza exclusiva,
pero su exposición mayor, se encuentra en las mismas habitaciones.
Cada una de ellas cuenta con un ventanal de vidrio, con
vista directo al rio Hudson. Y vista directa desde el rio.
8. La piscina desnuda, California
En el estado de California, se encuentra el spa “The Ventana
Inn”. Todo allí gira en torno al bienestar, crear un espacio zen. Brinda clases
de yoga, caminatas y baños japoneses.
Su propósito es darles a los huéspedes la posibilidad de
perderse, y perder su ropa, ya que las piscinas tienen una política de “ropa
opcional”.