Si observamos la
semana de un ciudadano promedio que trabaja 8 horas al día, es fácil entender el
problema con el dolor de espalda.
Apenas te levantas, te sientas a desayunar o tomar un café
antes de salir. Luego, te sientas en el auto para manejar hacia el trabajo.
Cuando llegas te sientas en tu oficina hasta la hora del almuerzo. Estiras un
poco las piernas, y te sientas a almorzar. Una vez terminado, te cambia de
asiento hasta finalizar el día laboral.
Si esto no es suficiente, llegas a tu casa exhausto (después
de haber manejado sentado) y lo único que quieres es acostarte en el sofá a
mirar televisión. Tiene sentido el dolor de espalda, ¿verdad?
Si no perteneces a la mayoría de los empleados y trabajas
parado y en movimiento, no estas necesariamente salvado. Toda carga de peso,
salto o movimientos dinámicos producen tensión en la zona, que si no es estirada
correctamente, provocara dolores y molestias.
¿Cómo contrarrestarlo? Prueba con estos ejercicios y
estiramientos:
1. Recostado sobre una colchoneta, toma una banda elástica y
colócala en un talón. Levanta esa pierna estirada, dejando la otra en el piso.
Luego, cambia de pie.
Si no tienes banda elástica, puedes tomarte el tobillo con
ambas manos, siempre estirando la rodilla.
2. Lleva ambas rodillas al pecho y deja los brazos estirados
mientras rotas la cintura a un lado y al otro lentamente.
3. Recostada boca abajo, apoya los codos en el piso con las
manos abiertas, mientras estiras llevando la cabeza hacia el techo.
4. Flexiona una pierna, apoyándola por completo en el piso.
Ayudándonos con nabas manos, la otra pierna la estiramos hacia atrás manteniendo
el torso recto.
4b. Recostados, flexionamos una pierna y llevamos el pie
contrario a esa rodilla. Llevamos la pierna hacia el pecho, sosteniendo desde
abajo con las manos.
5. Recuéstate cerca de una pared y extiende ambas piernas en
ella.