La sencilla práctica que sigue a continuación ,
algo de música suave y un poco de
imaginación puede ayudarnos cuando el estrés afecta nuestra vida cotidiana.
-Sentados en un lugar tranquilo nos conectamos con
nosotros mismos a través de nuestra
respiración. Imaginamos que al inhalar incorporamos paz y al exhalar eliminamos tensión.
A medida que vamos respirando concientemente, la
respiración va volviéndose mas lenta y profunda
-Colocamos las manos en los hombros y dibujamos con
los codos círculos en el aire. Tres vueltas hacia adelante y tres hacia atrás.
Imagino como se deslizan los omóplatos sobre las
costillas y se acercan y alejan de
la columna. Trabajo lentamente y si es posible coordinando con la respiración.
-Terminada la rotación aflojo las manos y los brazos
a los costados del cuerpo. Respiro suavemente y registro las sensaciones de mi
cuerpo.
-Manos en puño a los costados del tórax, a la
altura del pecho, llevo los puños hacia arriba y atrás, acompaña la cabeza
cayendo y arqueo suavemente la columna hacia atrás, inspirando y exhalando
bajan los puños, cae la cabeza al pecho y
los codos se dirigen hacia atrás y arriba. La espalda redonda , cae la cabeza
al pecho.
Mantengo la cara floja, sin
tensión.
Alterno el movimiento tres veces en cada posición.
Trabajo toda la columna. La musculatura de la espalda, va haciendo un masaje sobre las
prolongaciones nerviosas que salen de la médula a través de los agujeros de las vértebras y la cubren como
una red.
-Manos apoyadas a los costados de las caderas,
lentamente inspirando estiro lado derecho, cintura, costillas, axila, brazo y
mano. Mantengo la mano en alto, pero floja, cae hacia el lado contrario, manteniendo la espalda sin desviarse
ni hacia delante ni hacia atrás. Repito tres veces de cada lado.
Trabajo lentamente con la atención puesta en las articulaciones que intervienen en la
postura.
-Estiro las piernas y los brazos hacia arriba. Mi
cuerpo en ángulo recto.
Mantengo derecha la espalda.
Roto suavemente los pies, bajo los brazos.
-Estiro nuevamente los brazos, y comienzo a bajar. Las manos quieren llegar hasta los pies,
apoyo las manos sobre las piernas , cae la cabeza al pecho permanezco en la
postura. Respiro suavemente, con cada exhalación la espalda se relaja un poco
mas.
Observo el trabajo de mi columna , concentrada en
como se acerca el cuerpo a las piernas.
-Coloco las manos sobre las piernas y comienzo a
bajar la espalda lentamente, me sostengo de los abdominales y voy relajándome
sobre la colchoneta, manteniendo en lo posible la cabeza cerca del pecho.
Breve
relax.
Observo como está todo mi cuerpo, trabajado desde la
punta de las manos hasta la punta de los dedos de los pies. Registro el estado
de relajación de mi espalda , caderas,
piernas y pies.
-Tendida en la colchoneta abro los brazos en cruz,
flexiono las piernas y ato con un hilo imaginario los tobillos y las rodillas.
Caen juntas a un lado y suavemente la cabeza hacia el lado contrario, observo.
Me relajo en la postura y respiro suavemente
.Observo. La mente puesta en el cuerpo, descansa.
Igual hacia
el otro lado. Repito toda la secuencia tres veces .
-Estiro las piernas bajan los brazos delizándose por
el piso a la altura de las caderas, palmas hacia arriba.
Relax, relax, relax.
Registro la ausencia de tensión, guardo ese registro
en mi memoria.
Es posible relajarse.
Es posible estar bien.
Es posible sentirse bien con uno mismo
Secillamente…
Es posible.
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