Colocamos la música de fondo y comenzamos a bailar
Empezamos moviendo suavemente los pies y aplaudiendo.
Le ponemos intensidad y comenzamos con una cuña básica.
Recuerda mantener la postura, contraer el abdomen y lleva la pierna hacia
adelante y atrás, alternándolas.
Movemos un poco más las caderas, con los brazos
extendidos y dejando mover los hombros. Cerramos los brazos y damos un giro,
luego hacia el otro lado. Siempre moviendo la cintura.
Si te animas, puedes realizar este paso que requiere de
más coordinación. En un doble tiempo, con las piernas abiertas y de costado,
colocamos una mano en la cintura y la otra con la palma hacia arriba, a la
altura de los hombros. Luego, cambiamos de perfil.
Con un paso doble también puedes realizar el siguiente
movimiento. Mantienes ambos brazos a la altura de los hombros y al realizar
cada paso haces que tiras polvillo. Haces lo mismo para el lado inverso.
Si deseas puedes realizar la segunda parte del baile que
es u poco más compleja. No es necesario que lo realices a la perfección, si
no que intentes los movimientos y sigas la coordinación para ejercitarte a
tu ritmo.
También puedes tomar los pasos básicos y repetirlos
durante toda la coreografía.
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