A veces los
devotos no parecen realmente devotos, pero siguen creyendo. A veces los
creyentes se preguntan si Dios realmente existe. Estas son algunas maneras de mantener la fuerza de su fe, incluso cuando la sienta un poco débil.
1. Recuerde que Dios siempre está ahí
Incluso en los tiempos de mayores dudas, cuando uno simplemente no siente la presencia de Dios, es necesario recordar que Dios siempre está ahí. Él no se olvida de usted.
La fe verdadera se desarrolla incluso cuando usted no siente la presencia de Dios.
2. Haga un diario religioso
Desarrollar hábitos a largo plazo es importante para mantener la fe. Un diario religioso lo mantendrá en la senda de la fe y mejorará sus oraciones. También lo mantendrá más cerca de Dios, incluso cuando dude de su fe.
3. Involúcrese
Muchas personas se vuelven ateas con el tiempo, porque no se sienten conectadas a una iglesia
o un templo. Algunas iglesias no ofrecen formas de conectarse.
Sin embargo, hay una gran cantidad de actividades en los campus y en las comunidades. Usted puede fijarse incluso en otros ministerios. Cuanto más conectado esté con las instituciones, más probable es que su fe se mantenga.
4. Hable con alguien
Si usted se siente distanciado de Dios o siente que su fe flaquea, hable con alguien. Pruebe hablando con un líder religioso, un pastor, o incluso con sus padres.
Hable sobre sus problemas y cuénteles sus dudas. Ellos pueden ofrecerle consejos sobre cómo superaron sus propias dudas.
¿Cómo sé que Dios está ahí cuando no puedo verlo?
¿Cómo sabemos que Dios está ahí, cuando no podemos verlo o sentirlo? Esa es una pregunta común que todos nos hacemos a lo largo de nuestra vida, y a veces es una pregunta que nos hacemos periódicamente.
No siempre es fácil de responder, porque la forma en que nos relacionamos con Dios varía para cada persona. Sin embargo, hay algunas formas en que podemos convencernos a nosotros mismos y a los demás de que Dios está ahí todo el tiempo.
Todos tenemos dudas de vez en cuando
No es tan raro afrontar una etapa de dudas en cuanto a la fe. A veces tenemos preguntas que surgen en nuestras cabezas. A veces no sabemos la respuesta a una pregunta o una declaración de alguien que no coincide con nuestra fe.
Esos momentos pueden ser duros porque, de alguna manera, nos hacen sentir menos "creyentes". Tenemos que aprovechar esas preguntas, esas dudas y esos momentos en que nos sentimos menos creyentes y recordarnos que, aunque Dios no es visible para nosotros, Él siempre está ahí.
Lea la Biblia
A veces es necesario tener un recordatorio de que Dios está ahí aunque no lo podamos. Un gran lugar para acudir cuando nos sentimos abandonados o dudamos de la existencia de Dios es la Biblia misma.
La palabra de Dios nos recuerda que no siempre podemos elegir cómo y cuando sentir la presencia del Señor, pero que él nunca nos abandona.
¿Cómo ha hablado Dios en el pasado? ¿Qué hace para fomentar esa relación? ¿Cuándo fue la última vez que habló con Dios? Hágase estas preguntas cuando tenga dudas.
Si Dios le ha hablado o le ha dado una señal en su vida, trate de acordarse de aquellos tiempos. A veces no sentimos ni vemos a Dios porque hemos descuidado un poco nuestra parte de la relación con él.
Esto no significa que Dios no esté ahí, sino que uno no lo está buscando. Tómese un tiempo para orar y hablar con Dios. Recuérdese a usted mismo que Él está ahí para escucharlo, sin importar que usted pueda sentirlo o no.
Formas de recordar que Dios está ahí
Además de la Biblia y las oraciones, hay cientos de señales de que Dios está ahí con nosotros. Dé un paseo y mire cómo funciona la naturaleza. S
ólo Dios podría diseñar algo tan increíble. Abrace a su familia o charle con sus amigos. Dios coloca a las personas importantes en su vida para recordarle que Él está siempre trabajando.
Si miramos a nuestro alrededor, vemos milagros en todas partes. No todos los milagros tienen que ser complejos. A veces son los milagros cotidianos los que nos recuerdan que Él está ahí, al lado de todos y cada uno de nosotros.
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