Un interesante artículo que Newsweek publicó a dos páginas, estaba dedicado justamente a dar consejos a un joven que se suponía aburrido. Fue parte de una serie dedicada a la responsabilidad. A mi juicio los consejos dados ahí son valiosos no importa la edad que tengamos ni el lugar en que vivamos.
“Murió a los 20 años, fue sepultado a los 60”, nos dice de inicio el artículo, refiriéndose a esos jóvenes que se “momifican en la indolencia, a una edad en que el mundo debiera abrirse para ellos de par en par”. Por ejemplo, algunas personas que están leyendo estas líneas lo hacen con la ayuda de sus lentes bifocales.
¿Sabía usted que los inventó Benjamín Franklin a los 79 años de edad? Este hombre que fundó la primera biblioteca en los Estados Unidos a la edad de 31 años, además creó el primer cuerpo de bomberos e inventó el pararrayos y una estufa de calefacción antes de cumplir los 40.
Tuvo tiempo para aprender, hablar y escribir aceptablemente cinco idiomas. Y para ser editor de un periódico local y hasta para conocer la economía y filosofía suficientes para ser nombrado el primer embajador que tuvo su país en Europa. Y sorpréndase, no tuvo más allá de dos años de educación formal. Fue a todas luces, un graduado de esa Universidad de la Vida al sentir interés por lo que le rodeaba.
Por otro lado está la historia de un joven a quien homenajeaban en un crucero de turistas de lujo, por su comportamiento heroico al haberse lanzado a las oscuras y frías aguas para rescatar a una mujer que accidentalmente había caído al mar.
Cuando la tripulación y el capitán lo elogiaron, él se mostraba muy serio y pensativo. Cuando finalmente le dieron la palabra dijo algo que sorprendió a todos: “Solo quiero saber ¿quién me empujó?”
Si usted recortara este artículo, y lo conservara de manera que pudiera leerlo a los 75 años de edad, podría preguntarse que actitud se hizo cargo de su vida, ¿Sucumbió a la indolencia?
¿Necesitó alguien empujándolo para que hiciera las cosas? ¿Se interesó tanto en lo que le rodeaba que terminó dejando una huella creativa de su paso por este mundo?
LO NEGATIVO: Llevar una vida aburrida, como consecuencia de no interesarse en nada.
LO POSITIVO: Interesarnos intensamente en lo que nos rodea, y como consecuencia llevar una vida interesante.
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