Saint Exupery escribió en su libro El Principito: “Solamente
se puede ver bien con el corazón,
porque lo esencial es invisible para
los ojos”. Seguramente para ello se creo la imaginación, para soñar que la gente es buena, que el
amor existe, que no estamos solos ni abandonados en este mundo.
Yo creo que es válido soñar que las cosas pueden ser diferentes bajo la fuerza
del corazón. La ayuda invisible de la imaginación nos permite encontrar caminos
que la lógica no alcanza a ver. Sin embargo estoy seguro que algunos de mis
lectores pensaran diferente.
La dura realidad en ocasiones es tan amarga, que cuesta trabajo ver otra cosa
que lo que los ojos ven. Por eso precisamente, porque esa realidad puede matar
nuestras ilusiones para hacer nuestro diario vivir distinto, es por lo que
quiero hablarle de la imaginación.
Samuel Weiss, escribió sobre como marcar y fijar nuestras metas personales: “Dios
nos concedió algo de su poder creador, cuando nos dio imaginación para ver las
cosas no como son, sino como quisiéramos que fueran; y después capacidad de
trabajo para convertir en realidad lo que somos capaces de imaginar”.
Weiss nos habla así de dos elementos sobre nuestras metas, uno “capacidad de imaginar”, y dos “capacidad de
trabajar”. Asegura que juntos son dinamita, pero por separado pierden toda su
fuerza.
¿Conoce usted gente que solamente imagina? Es esa gente que pasa soñando, que en teoría
resuelve todos los problemas pero desgraciadamente dejan todo a nivel de
pensamiento. También hay gente que solamente trabaja, pero no imagina y así a
pesar de toda su actividad no van a ningún lado.
Dios nos dio la imaginación y debemos cultivarla, pero nos dejo la tarea de
realizar lo que imaginamos.
¿Una idea nueva? Bueno, hay unas palabras en la vieja iglesia anglicana en
Sussex, Inglaterra escritas en 1730: “Una visión sin una tarea es como un
sueño. Una tarea sin una visión no es más que un trabajo fatigoso. Una visión y
una tarea son la esperanza del mundo”.
Cuando las cosas van mal, haremos mal en ir con ellas.
Imaginemos como cambiarlas y trabajemos para que ese cambio se produzca.
LO NEGATIVO:
Imaginar sin trabajar, o trabajar sin imaginar.
LO POSITIVO: Entender en toda su extensión la fuerza que hay en las
metas, en imaginar y trabajar.
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