Caminando por el bosque, un sacerdote budista
vio asombrado a una pobre zorra a la que le faltaban las patas traseras.
Conmovido, pensó que este pobre animal estaba condenado a morir de hambre, ya
que estaba privado de buscar sustento. Sin embargo, observó que un tigre se
acercaba a ella, y lejos de agredirla como esperaba, le entregó comida.
Atónito, decidió observar lo que ocurría en los días siguientes. Para su
asombro, el tigre siguió llegando puntualmente, y la zorra sobrevivió.
El hombre
interpretó lo que había presenciado como una señal de Dios, y decidió sentarse
en lo más profundo del bosque, en actitud contemplativa, absorto en los
pensamientos de la bondad del Todopoderoso que proveería también su sustento.
Pero pasaron los días, y la ayuda no llegó. El monje se debilitaba, pero su fe
lo hacía persistir en su intento de seguir las instrucciones.
Más como la
situación se volvía insoportable, y sintiendo que moriría, clamó increpando a
Dios y le reclamó su falta de atención. “He seguido tus señales” dijo, “pero
veo que lo que haces con un simple animalito como la zorra, no lo haces por uno
de tus monjes, ¿por qué, Señor, por qué?”.
Fue entonces cuando escuchó una voz
suave pero firme: “¡Ah hijo mío! Interpretaste mal mi mensaje. ¡Es el papel del
tigre el que debiste asumir, no el de la zorra!”
¡Mucha gente se hace la misma
pregunta del monje!.
La respuesta llegará si escuchamos atentamente. Entonces
comprenderemos que Dios trabajará a través de nosotros, de lo que podemos
hacer. Sentiremos en toda su intensidad la responsabilidad que nos confiere.
Debemos ayudar a quien lo necesite, nos toca jugar el papel del tigre, no el
de la zorra. Las oportunidades de ayuda nos rodean, están en todas partes.
Veamos que no nos pase lo que al pequeño pez
que preguntaba al grande dónde podía encontrar el océano, mientras nadaba en el.
Nos hará bien la recomendación que Anthony de Mello le dio: “Deja de buscar,
pequeño pez. Sólo tienes que abrir tus ojos y mirar. No puedes dejar de verlo”.
LO NEGATIVO:
Sentir tanta conmiseración por nosotros mismos, que nos volvamos
dependientes, esperando siempre por la ayuda de los demás.
LO POSITIVO:
Entender el mensaje. Comprender el rol que nos toca desempeñar en este
mundo.
Dios nos pide jugar
el papel del tigre, no el de la zorra.
Y
si quieres superar tus temores y mejorar tu calidad de vida, te sugerimos
inscribirte ahora en nuestro curso gratis de
Superación Personal, haciendo clic
aquí.