La lengua

Según como la usemos, origen de todos los males o de todos los bienes.

Cuenta la historia que un rabino
mandó a su discípulo
al mercado con la orden estricta de comprar el mejor manjar para disfrutar
durante el Shabat.

Pasado un
rato volvió el alumno con una lengua, ese era el mejor alimento para comer en
el día sagrado.

Al
día siguiente el rabino ordenó a su discípulo que compre la peor comida del
mercado ya que ese día no estaba de buen ánimo y decidió acompañar su estado
de ánimo con la comida.

El discípulo
marchó al mercado y el rabino se sorprendió cuando vio que había traído
nuevamente lengua.

El rabino le
preguntó a su alumno:

¿cómo
podía ser que cuando le pidió lo mejor le trajo lengua y cuando le pidió lo
peor del mercado también le consiguió lengua?

El alumno
contestó:

la
lengua puede ser la mejor parte de nuestro cuerpo si la usamos para decir cosas
bellas, para dar una palabra de aliento, para ayudar a quien lo necesita, pero
al mismo tiempo es con la lengua con la parte del cuerpo que podemos hacer más
daño, podemos destruir, insultar, gritar y blasfemar, todo depende del uso que
le demos.