Los cuatro procedimientos esenciales
para cualquier tratamiento de
belleza corporal y/o facial, son la limpieza, la
nutrición, la hidratación y la exfoliación, en todas las diferentes partes
del cuerpo. Sin embargo… ¿Cuan segura está de aplicarlos siempre de manera
correcta, y en todas las zonas del cuerpo que lo necesitan?
La parte de la piel que cubre los
codos
y las rodillas, es bastante más áspera y reseca que la que cubre el resto del
cuerpo. Pero si además de esto la misma sufre una falta de cuidado atención,
puede quedar con un aspecto muy rugoso y realmente poco atractivo.
Sobre todo por que esas superficies están
mucho más desprotegidas que el resto del cuerpo, puesto que, por un lado, sus
glándulas sebáceas se distribuyen en forma irregular y, por el otro, el roce
constante con la ropa o los objetos puede llegar a empeorar esta situación.
Poco y nada le servirá trabajar y
moldear sus piernas y brazos muy puntillosamente, si las rodillas o los codos
poseen un aspecto descuidado, escamado, cuarteado, o excesivamente reseco.
Poniendo manos a la obra
Para comenzar a cuidar nuestras piernas
y codos, deberíamos aplicarles los mismos tratamientos que efectuamos en el
resto del cuerpo. Pero si lo que deseamos es conseguir resultados verdaderamente
sorprendentes, deberíamos tomarlos como ítems separados, y ocuparnos de ellos
de una forma especial.
Como en cualquier tratamiento, la
limpieza es solo el principio del proceso. El paso siguiente, es aplicar
cualquier tipo de crema hidratante y nutritiva sobre esta piel ya limpia y seca.
Si su problema es que posee piel de
lagarto en esas zonas, debe aplicar una amplia dosis de la clásica loción
corporal. Pero si su caso revista algo de gravedad, y su piel tiene una
apariencia rojiza con leves descamaciones, debe utilizar alguna crema más
grasosa.
Para esto, puede adquirir lociones que contienen vaselina o karité, o
bien diversos tipos de aceites.
Recuerde que siempre que se hidrate las manos, debe hacer lo mismo con los
codos. Esta puede ser una rutina difícil de acostumbrar, pero una vez que lo
haga, podrá mantenerlos en perfecto estado.
De
hechos, someter los codos y rodillas a una rutina semanal de limpieza y
exfoliación, es casi tan importante como aplicarle diariamente una gran capa de
crema humectante.
Para
esto último, existen productos concebidos específicamente para tratar en esas
zonas, los cuales deben ser consultados con su dermatólogo de confianza.
Debe
recordar que, durante la exfoliación, se debe realizar un fuerte masaje
circular, que la ayudará a desprenderse de las células muertas y de las
impurezas que se encuentran en la zona tratada. Pero, por supuesto, esto no se
trata de lijar la piel.
Si
su caso es más complejo de lo normal, puede acudir a un centro de belleza para actuar sobre las zonas afectadas con un tratamiento
de choque, lo cual incluye un par de intensas sesiones de exfoliación, así
como la aplicación de una mascara nutritiva e hidratante, y un peeling.
Si
se han dejado estas zonas sin cuidado
por mucho tiempo, es muy posible que experimenten un leve oscurecimiento. Para
esto, puede utilizar las propiedades naturales del limón, fregando las
superficies afectadas con su pulpa.
Por
último, debe saber que el paso de los años, y la falta de cuidados apropiados,
son muy perjudiciales para estas zonas olvidadas de nuestro cuerpo. La buena
noticia, es que, hoy en día, siempre se está a tiempo de iniciar la recuperación:
¡Adelante!