Bronceadores, pantallas solares,
cremas, arena, agua, viento; en vacaciones, nuestra piel y nuestro cabello
sufren las consecuencias de la exposición a estos agentes, pero, siguiendo
rutinas y aplicando ciertos consejos, no se demorará mucho tiempo en volver a la
normalidad.
“Nuestra piel sufre la suma de
agresiones externas que paulatinamente van degradando la
barrera cutánea,
sufriendo deshidratación, aumento de radicales libres provocando un
envejecimiento prematuro, aparición de finas arrugas y manchas.
Pero existe la posibilidad de
revertir esta situación y poner manos a la obra para recuperar el estado de las
células reprogramando el funcionamiento”, explica a En Plenitud la cosmiatra
Valeria Barbero.
“Uno de los primeros pasos es elegir
un profesional cosmiátrico que nos brinde sus conocimientos en la lectura de
biotipo y fototipo cutáneo para realizar un abordaje correcto.
Seguidamente es necesario realizar
una exfoliación arrastrando partículas que quedan sobre la piel.
El siguiente paso obligatoriamente
debe enfocar en la elección de activos, cremas y máscaras que brinden a la piel
el rejuvenecimiento deseado, y que su acción colabore contrarrestando el fotodaño que produjo el sol, devolver humedad, brillo y agradable textura”,
recomienda la profesional
universitaria en cosmetología, cosmiatría y estética de la universidad Kennedy.
Además, si regresamos de la playa y
la balanza nos sorprendió, es momento de apegarse a un plan alimenticio.
La licenciada Ana Carla Garavano,
nutricionista de la Clínica Hoogstra recomienda al ser consultada por En
Plenitud:
– Actividad física. Realizar
actividades aeróbicas como caminar o correr, al menos 40 minutos por día.
– Alimentación. Privilegiar el
consumo de vegetales. Entre almuerzo y cena, una de las dos comidas puede ser
una ensalada y la otra ensalada con un huevo, una porción de carne o de arroz
pequeña.
El postre y las ingestas entre
comidas pueden consistir en una fruta o una porción de gelatina light.
Y si queremos mantener el bronceado
lo mejor será
mantenerse hidratada por dentro y por fuera, bebiendo de dos a
tres litros de agua por día además de aplicarse un exfoliante suave y crema
humectante después del baño.
También se aconseja el consumo de
alimentos con betacaroteno tales como la zanahoria, el perejil, el melocotón, el
mango, la espinaca y el brócoli y los antioxidantes naturales: vitaminas C y E y
los ácidos grasos esenciales que se encuentran en los frutos secos.
En cuanto al cabello, un producto
cerrador de cutículas no solo lo mejorará sino que hará que brille más y el
aceite de almendras, aplicado en forma de masajes, devolverá la luminosidad y la
nutrición rápidamente.
Hanan
– Consultora de belleza natural, es autora de "Alimentos
para la belleza", que te enseña cuáles son los
Potenciadores de
belleza GRATUITOS que están en y cerca de tu cocina. ¿Un
sustituto del Botox a $0.50? Sí, y más…