Empezando por el
rostro, aplicar una pre-base de maquillaje de efecto embellecedor instantáneo es la mejor solución.
Estas, suelen ser de color blanco, naranja o amarillo y corrigen y rectifican el
tono apagado de la piel. Verás cómo al aplicar encima el maquillaje, tu rostro
tendrá una imagen luminosa y muy saludable.
Humedeciendo
cara y cuello y masajeando una crema exfoliante con la yema de los dedos sobre
el cutis, e insistiendo en las zonas más conflictivas frente, rictus, barbilla
y mejillas se consigue el resultado deseado.
Enjuaga
con agua tibia. El rostro es el primer lugar en el que se refleja el estrés que
acumulas día tras día. Sin embargo, no es tan difícil que consigas hacerlo
brillar para tu noche especial.
Una ducha
exfoliante es imprescindible si quieres estar realmente espléndida. Elige para
realizarla un cosmético
suave, que arrastre todas las impurezas que merman la
luminosidad natural de tu piel, pero que no te causen enrojecimiento.
Una
vez humedecido el cuerpo con agua tibia, extiende el producto exfoliante con un
masaje suave, utilizando para ello un guante de rizo. No dejes ninguna parte sin
masajear de los pies al cuello, los brazos, la espalda, y el escote. Aclara
después con agua tibia.
Fórmulas
sedosas inmediatamente después de la ducha, extiende sobre tu piel la crema
corporal suavizante e hidratante, que la hagan mostrarse elástica y esponjosa.
Aplícatela desde las piernas hasta el cuello mediante un ligero masaje, hasta
que sea absorbida totalmente.
Y si tu
piel tiene tendencia a enrojecer o a mostrar tonalidades violáceas, la solución
a tu problema pasa por un simple baño de almidón. Llena la bañera con agua a
37 grados y añade una buena cantidad de almidón de maíz. Sumérgete durante
10 minutos y sécate después con suavidad.
Si tienes
alguna marca en el escote, podrás eliminarla fácilmente con una loción casi
milagrosa, hecha a partes iguales con sal y vinagre. Empapa en ella una compresa
y ponla encima de la marca, que desaparecerá tras dos o tres aplicaciones.
Para ello,
el aceite siempre ha sido el producto ideal de belleza, ya que suaviza las
pieles más rebeldes y resecas. Mezcla aceite de oliva con unas gotas de aceite
de zanahoria y, durante una semana, masajea toda tu piel a diario con esta loción.
Descubrirás que el resultado es espectacular.
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