Las cremas reductoras son aquellas que se utilizan para ayudar a
combatir el
sobrepeso localizado en determinadas partes del cuerpo femenino.
“Las
mujeres, genéticamente estamos predispuestas a
acumular grasas en la zona de las
caderas, muslos y glúteos.
Los azúcares y las grasas se van almacenando y hay
casos en los que cuesta mucho con tan sólo una dieta adecuada disminuir esas
adiposidades tan molestas. Las cremas justamente lo que hacen es ayudar a
quemarlas”, comenta la esteticista española Lourdes Donato Paz.
Reglas importantes a tener en cuenta sobre las cremas reductoras:
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La crema siempre tiene que estar recetada por un especialista, ya sea un
endocrino o un esteticista con experiencia en este tema y en sobrepeso.
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Por más que se utilice uno de estos productos y se aplique religiosamente, no se
logrará ningún efecto si no se lo combina con deporte y una dieta balanceada.
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Si se tiene una buena disciplina en conjunto, (dieta, ejercicio, crema) es
posible visualizar resultados a cabo de quince días.
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Si lo que se tiene a parte de sobrepeso en determinadas zonas es un problema de
circulación, aplicar la crema y brindar un masaje resulta de gran beneficio para
que la energía fluya y la sangre se distribuya por todo el cuerpo de manera
correcta. Los activos de la crema penetrarán en profundidad y los resultados
serán mejores.
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Es aconsejable aplicarse la crema antes de hacer gimnasia
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Si la crema reductora que sea la recomendada por un especialista ya tiene
principios hidratantes, no es necesario aplicarse ninguna otra crema para
humectar el cuerpo.
Quienes deben abstenerse de su usar cremas reductoras
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Mujeres embarazadas
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Mujeres en período de lactancia
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Aquellas mujeres que padezcan de alergias cutáneas. Siempre hay que
mencionárselo a la dermatóloga o esteticista que le recomiende un producto para
evitar complicaciones posteriores.
Hay que tener especial cuidado con las publicidades engañosas que se ven a
diario. “Es muy habitual que en la televisión se hable de los beneficios
mágicos de tal o cual producto, pero hay que tener mucho cuidado porque no hay
soluciones mágicas ni cremas que reduzcan centímetros a los cuarenta minutos de
haber sido aplicadas.
La desesperación de la mujer es tal que se deja llevar por engaños y lo único
que hace es perder dinero y sentirse desilusionada después al ver que en ella no
le funciona.
Siempre hay que acudir a un profesional que pueda recetarla y no ir
directamente a la farmacia a pedir la crema de moda que se ve en la publicidad”,
sostiene Donato Paz.
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