Es muy común que a partir
de los 60 años, las canas dejen de ser un toque de sensualidad, para comenzar a
teñir su cabello de gris o, directamente, blanco. Además, el pelo podría
comenzar a hacerse más fino y débil, y/o a caerse.
En el caso de las
mujeres, cuando se modifica el equilibrio hormonal entre estrógenos femeninos y
andrógenos masculinos, el cabello podría también comenzar a hacerse más fino,
mientras que el vello corporal podría comenzar a crecer más oscuro o más grueso.
Por su parte, los hombres podrían encontrar, que el vello comienza a ser más
delgado, al igual que el cabello.
Además varias personas
mayores de 60 años podrían encontrar que el cabello de su cabeza crece más
rizado, e incluso más oscuro.
Por eso, le ofrecemos
algunas sugerencias para prevenirse de estos problemas y/o cuidar a los cabellos
que ya sufran de los mismos
Gracias a los avances en
la industria cosmética y en el arte del cuidado y estilo del cabello,
rejuvenecer el tono y textura de sus cabellos es verdaderamente muy simple. Sin
embargo, encontrar que productos y/o procedimientos utilizar para su caso
específico, es algo más complicado.
Como dato, se podría
tener en cuenta que los estadounidenses gastaron mil millones y medio en
remedios para el crecimiento del cabello, durante el año pasado. Por su parte,
los champúes, los acondicionadores, y las tinturas de cabello les insumieron, en
total, otros mil millones de dólares más.
Comenzando el cuidado de su cabello
Se debe comenzar
mantenido el cabello en buen estado, para lo cual existe una gran cantidad de
productos disponibles: es posible tratarse con champúes de tintura temporal que
van oscureciendo o haciendo más plateadas las canas, o con champúes que
engruesan el volumen de los cabellos afinados. También existen varios champúes
que cumplen varias funciones al mismo tiempo, como ser anti-caspa,
rejuvenecedores de la cabellera, y engrosadores de los cabellos afinados.
1. Aumentando el volumen del cabello afinado
Actualmente, muchos
estilistas proponen realizarse extensiones, lo cual da un aspecto más real (y
más atractivo) que la alternativa de las pelucas, y permite mantener una cabeza
repleta de cabello siendo aún mayor de 60 años. Las extensiones se realizan
introduciendo y tejiendo sutilmente cabello sintético o verdadero junto al
cabello que crece naturalmente, en las partes de la cabeza donde ya no crece,
extendiendo así el área con pelo.
Estas extensiones duran
cerca de tres a cuatro meses (o aún más), dependiendo de la tasa de crecimiento
del cabello.
Tiñendo el cabello
Gracias a las tinturas,
es posible ocultar las canas transformando su color en plateado, para dar al
cabello un aspecto más resplandeciente y con brillo, o bien hacerlas rubias o
platinadas, o directamente del color del pelo. Algunos hombres y mujeres evitan
las tinturas químicas, y se inclinan por las fórmulas basadas en plantas y
flores. Estas últimas, están disponibles en muchas tiendas de alimentos
naturales.
Combatiendo la pérdida de cabello
Existen actualmente dos
fórmulas probadas para aumentar el crecimiento del cabello, las cuales, no
obstante, promueven un aumento gradual y moderado. Una de ellas es el minoxidil,
y la otra, el finasteride. Aunque las mismas pueden ser efectivas, también
poseen algunos inconvenientes significativos. Una vez que se deje de tomarlas,
se comenzará nuevamente a perder el cabello. Por eso, para obtener resultados
óptimos mediante el uso de estas drogas, se debe hacer una significativa
erogación financiera, y comprometerse a tratarse de forma permanente.
Además, los
investigadores aún no tienen seguridad de los efectos secundarios que podrían
ocasionar el uso de estas drogas, tanto a mediano como a largo plazo. El
minoxidil es una medicina que puede bajar la presión de la sangre, aún cuando se
la usa en forma de champú, lo cual podría repercutir en las funciones cardíacas.
Por su parte, el finasteride interviene en la conversión de testosterona a otra
forma de hormona.
Por eso, si piensa en
atender medicinalmente su cabello por medio de estas u otra droga, no debe dejar
de concurrir a un dermatólogo especializado en pérdida del cabello, que pueda
prescribirle la opción más segura y eficaz para su propio caso.
