La rosácea, o como ruborizarse sin ser tímido

Un problema más frecuente de lo que se cree en los mayores de 40

Su
problema no es psicológico, no es de timidez (¿cómo podría serlo frente a un
espejo?), sino dermatológico.

Se
estima que un cinco por ciento de los hombres mayores de 40 años padecen de
rosácea, una condición en la cual los vasos sanguíneos, que se encuentran
hiperactivos, producen un efecto esporádico de piel rojiza. Si este problema se
deja sin tratar, el color rojo durará más tiempo, y los granos y espinillas
comienzan a aparecer.



Para lograr una cara nueva


Trate de no tomar mucho sol, ya que las radiaciones ultravioletas A, son un
disparador común de la rosácea.

Y
cuando salga al aire libre, utilice un protector solar que incluya Parsol-1789 (avobenzona),
el componente que mejor bloquea los efectos de los Rayos Ultravioleta. Asegúrese
también que el protector solar tenga en su etiqueta la inscripción “no
comedogenico”, lo que le asegurará que no bloqueará los poros de su piel.


Pero el sol no es el único aliado de la rosácea. El vino tinto también puede ser
un muy buen propulsor de esta condición orgánica, puesto que la gente con este
problema, es especialmente sensible a los taninos, un producto químico que se
puede encontrar en el vino tinto. Por lo tanto, debería limitar su consumo lo
máximo posible.

El
ejercicio es otro disparador de la rosácea, ya que las personas que tienen este
problema, pueden permanecer hasta tres horas, después de finalizar la actividad
física, con el mismo color rosado en el rostro. Por lo tanto, se debe mantener
la temperatura corporal bajo control, entrenándose, en lo posible, con una
toalla húmeda alrededor del cuello, chupando hielo, o lavándose constantemente
la cara con agua fresca.



Si no funciona…


Consulte con un dermatólogo sobre la posibilidad de que le administre una crema 
antiinflamatoria. Su médico probablemente le dará también alguna crema con
vitamina “C” para reducir el enrojecimiento.