Láser contra las arrugas

El láser es el método más efectivo de todos para eliminar las arrugas, ya que puede lograr que se vea entre 10 a 20 años más joven, y los resultados puede durar hasta 10 años.

El láser tiene ventajas únicas sobre los demás procedimientos por su capacidad para cicatrizar la piel.  
Sin embargo, un estudio realizado en 2002 indica que este procedimiento no protege contra el cáncer de piel. 

Indicaciones

 Es más efectivo alrededor de la boca y los ojos.

 Un poco menos benéfico en el área alrededor de la nariz.

 Con sólo utilizar la terapia del láser, no se eliminan las patas de gallo, los vasos sanguíneos rotos o las ojeras oscuras.

 La dermabrasión láser es muy intensa para las capas de piel más finas, como las del cuello. Sin embargo, estimular con colágeno sin quitar las capas de piel superiores puede ser útil para las líneas del cuello.

 Los efectos del láser en las cicatrices del acné son desconocidos.

El procedimiento

 El láser penetra rápidamente en la piel, vaporizando agua y la piel superficial, sin dañar las capas más profundas, dejando que la nueva piel pueda crecer.

 Además se aplica cierto calor para acortar las fibras de colágeno, restaurando algo de elasticidad a la piel.

Clases de láser (depende del tipo de piel y de las condiciones de la misma)

 El láser de dióxido de carbono (CO2) es el más poderoso de los tratamientos y se utiliza en las arrugas más profundas y las imperfecciones de la piel. Las personas que tuvieron implantes de siliconas no deberían utilizar este tratamiento, ya que puede quemarlas y dejar cicatrices sobre el área implantada.

 El láser YAG es menos invasivo y efectivo en las arrugas no tan profundas, dando a la piel una textura lisa. La recuperación es corta. Algunos especialistas encontraron que este tipo de láser es más eficaz para remover arrugas profundas que el láser CO2, cuando se utiliza a suficiente profundidad.

 El láser NLite, también llamado fotorejuvenecedor, se puede utilizar para el tratamiento de todas las arrugas faciales. El tratamiento utiliza una ligera energía para estimular suavemente el colágeno nuevo, y posiblemente la elastina, sin quitar el tejido de la piel. Sus efectos son menos pronunciados que los de otros procedimientos láser. Sin embargo, al no dañar las capas externas de la piel, puede ser utilizado en áreas delicadas como el cuello y alrededor de los ojos. También causa una irritación muy pequeña, luego de la aplicación.

Algunas cirujanos utilizan técnicas combinadas y aplican más de un tipo de láser en cada operación, para lograr efectos diversos. 
Por ejemplo, una combinación utilizada es CO2, YAG y láser NLite para mejorar arrugas y limpiar los círculos negros debajo de los ojos y las cicatrices del acné. El pre-tratamiento con inyecciones de bótox antes del láser mejora bastante el tratamiento de las patas de gallo, según un estudio de 2001.

Recuperación postoperatoria

El procedimiento de por sí es relativamente indoloro, pero el rubor y la irritación pueden ser severos. El láser NLite es el que menos efectos postoperaotorios produce.
Durante ocho anueve días, el rostro se ve hinchado y requiere mantenerse húmedo. (algunos expertos sugieren que las personas con piel sensible que no puedan tolerar las medicaciones y lubricantes no deben aplicarse el láser). 
El rubor y la sensibilidad pueden persistir de una a cuatro meses. El paciente no debe exponerse al sol tanto como sea posible -durante el tiempo de recuperación- y deben evitar bañarse al sol ya que la piel puede dañarse. 

Complicaciones

Las cicatrices e infecciones puede ocurrir en el 1% de los tratamientos, pero depende mucho de la experiencia del cirujano. 
Las personas con antecedentes de herpes pueden tener fiebre, dolor facial y síntomas parecidos a los de la gripe por cinco o seis días después de la operación. 
Además, las personas con piel oscura deben desistir de estos tratamientos porque pueden provocar manchas claras en la piel.

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