A
continuación, cinco consejos para no descuidar el aspecto de nuestros labios y
tener una buena carta de presentación para los besos que vendrán:
1.
Siempre conviene tener a mano un poco de vaselina o manteca de cacao (de las
que vienen en presentaciones individuales) para aplicar según se necesite
durante el día, para evitar tener los labios secos y partidos. Otra manera de
cuidarse los labios es usar un cepillo de dientes para aplicar una fricción
suave pero sostenida sobre los mismos, para deshacerse de los pedacitos de piel
que quedan colgando.
2.
Es mejor marcar el contorno de los labios con un color que combine con el lápiz
labial. Un marcador de labios demasiado oscuro en combinación con tonalidades
claras sólo debe usarse si se quiere conseguir un efecto dramático o muy marcado.
Pero la mayoría de las veces luce un tanto vulgar, así que mejor evitar este
tipo de mezclas indeseables.
3.
Para una mayor duración del efecto del lápiz de labios, primero se debe aplicar
una base sobre los labios, luego llenarla con un lápiz de contorno labial en
los bordes y luego recién usar el color. Después se debe secar con una toallita
de papel, volver a aplicar color y, con la ayuda de otra toallita de papel
sobre los labios, aplicar un poco de polvo. Con todo este procedimiento el
lápiz labial realmente se fijará.
4.
Luego de aplicado el lápiz labial, hay que meterse el dedo en la boca hasta que
ésta tome la forma de una “O”. Con esta acción eliminaremos todo el lápiz
excedente y evitaremos que se acumule en nuestros dientes.
5.
Al tomar una bebida, pasemos disimuladamente la lengua por el borde superior
del vaso (si nadie nos ve haciendo esto, mucho mejor). Con esto nos
aseguraremos de que nuestro lápiz de labios no se quede pegado al vaso.
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