Es indispensable limpiar muy bien la piel: primero
demaquillar, luego lavar, en caso de no tener una espuma facial, pase la misma crema con cepillito y agua, enjuague, seque y tonifique.
Para que cumplan su cometido, la clave es seguir las indicaciones básicas:
-Elegir la ideal para nuestro tipo de piel.
-Extenderla sobre cara y cuello, evitando los
párpados, salvo en los casos específicos, con pincel o con los dedos limpios, sintiendo que contacta perfectamente.
-Dejarla actuar durante 15 a 20 minutos preferentemente en estado de reposo.
-Si utiliza una máscara de barro, lo ideal es mantenerla húmeda con una gasa embebida en agua mineral o termal para prolongar el traspaso de sus principios activos y luego retirar la gasa y dejar secar para aprovechar el efecto tensor, evitando gesticular.
-Retirar con esponja vegetal húmeda que ayuda a arrastrarla con facilidad.
-Lo ideal sería aprovechar esos minutos para hacer un baño de inmersión con buena música, pero si los tiempos no dan, igualmente brindan excelentes beneficios aunque estemos cocinando o realizando cualquier otra tarea… en soledad, por supuesto.
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