El óxido de hidrogeno, componente del agua oxigenada, la hace
un ingrediente de múltiples usos e imprescindible en el botiquín.
La realidad es que tiene otros muchos
usos. Su diferencia con el agua normal es un átomo de oxigeno. Debe usarse
correctamente para evitar consecuencias indeseadas:
1. Combate el acné.
2. Sanar heridas.
3. Remedio para el pie de atleta y
hongos en las uñas de los pies.
4. Alivia el dolor de garganta y
previene resfriados.
5. Aclara el cabello.
6. Blanquea la ropa.
7. Quita el paño.
8. Enjuague bucal.
9. Para lavar los oídos.
10. Desinfectante.