Corregir los hábitos de estudio puede ser suficiente para aprobar una
asignatura. “Los estudiantes dedican muchas horas a una materia, pero no es
la cantidad de horas lo que cuenta sino la calidad.
Cuando no aprueban no entienden por qué ocurre esto si se la pasan estudiando”,
sostiene la profesora de bachillerato argentina Silvia Valdivia.
Consejos para mejorar en el estudio
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Es indispensable estudiar en un lugar tranquilo, lejos de todo aquello que pueda
distraer como por ejemplo, televisor, familia o teléfono. Es mejor prescindir de
la música para poder concentrarse solamente en lo necesario.
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La luz debe ser buena.
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Antes de comenzar la tarea, hay que preparar muy bien todos los útiles que serán
necesario como bolígrafos, borrador, hojas y libros.
“De este modo se evitará el estar constantemente levantándose porque falta algo”,
comenta Valdivia.
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Disponer de diez minutos cada hora para poder descansar. “Es importante que
dentro de la rutina de aprendizaje exista un tiempo para relajarse y retomar
energías”, valora la profesional.
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Es conveniente estudiar de manera rutinaria. “Dedicar un tiempo cada día al
estudio es fundamental ya que luego se evitará estudiar todo de golpe para un
examen.
Si surgen dudas se podrán aclarar en las clases. El estudiante que tiene esta
metodología no reprueba asignaturas ya que la constancia y responsabilidad son
factores claves para lograr el éxito escolar”, explica la especialista.
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Muchos jóvenes estudian en grupo. “Cuando el estudiante no tiene un déficit
importante puede quedar con compañeros para preparar una materia, pero hay que
tener cuidado porque es más fácil distraerse y dedicar el tiempo a todo menos
para aquello para lo que se han reunido.
SieSiempre que hay exámenes lo mejor es el estudio individual, salvo que se esté
lo suficientemente adelantado y se comprenda la materia en su totalidad y que
todos los integrantes del grupo tengan el mismo nivel”, reflexiona Valdivia.
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Grabar las clases o tomar apuntes. “La atención en clase es primordial ya que
si no se presta la debida atención al profesor, no se podrán llevar a cabo los
trabajos prácticos y las tareas.
Ha Hay profesores que permiten grabar las clases ya que de esta manera el alumno
no concentra la atención en apuntar y puede relajarse y escuchar al maestro.
Es una buena alternativa de rentabilizar las horas en la escuela”,
recomienda Valdivia.
· La comprensión de lo que se está estudiando es otro factor clave. “Si el
estudiante solamente se dedica a memorizar un texto o una explicación
seguramente fracasará, tarde o temprano.
Sólo basta con que el profesor haga una pregunta de diferente modo para que el
alumno entre en pánico y no sepa qué contestar. Es importante entender lo que se
está leyendo.
Explicarlo con las propias palabras es la única manera de que ese conocimiento
no se pierda ni diluya con el pasar de los años”, opina la especialista.
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Pautar una misma hora para dedicarle al estudio todos los días
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Ordenar las materias según el grado de dificultad. “Distribuir el tiempo se
logra con la experiencia.
Hay quienes prefieren comenzar con lo más difícil para sacárselo de encima antes
y están los estudiantes que prefieren dejarlo para el final.
Establecer un calendario en donde se detalle qué día hay que entregar cada tarea
y de este modo actuar en consecuencia.
Hacer tareas diariamente es una manera de fijar conocimientos y seguramente se
llegue al momento del examen mucho más preparado que aquel que no se fija
objetivos en este sentido”, finaliza diciendo la profesora.