Cómo ayudar a tu hijo a tener amigos
La mayoría de los niños y niñas no suelen presentar dificultades para hacer amigos. No obstante, algunos encuentran obstáculos a la hora de relacionarse con sus iguales, bien por presentar una condición personal de carácter especial, como el retraso madurativo o el Asperger, o simplemente porque no son habilidosos socialmente. La buena noticia es que a hacer amigos también se aprende y en este caso, la familia puede hacer mucho al respecto.
Lo primero: habla con tu hijo
Para poder ayudar a tu hijo o hija a establecer relaciones sociales exitosas debes partir del análisis de la situación. Esto implica sentarte a hablar con tu hijo para que te describa cómo se aproxima a otros iguales para entablar una conversación (muchas veces, ni siquiera se acercan a los otros niños) y que te cuente qué lo que él o ella piensa que no funciona.
Muchas veces, los niños nos responden con un simple “no sé” que nos deja fuera de juego. En estos casos, lo ideal es acudir al parque con nuestro hijo o hija y observar su conducta, de esta forma podremos hablar con ellos de lo que hemos observado y ayudarle a darnos su visión del mismo.
Lo segundo: enséñale a socializar
No se trata de que aburramos a nuestros hijos con charlas sobre inteligencia interpersonal, sino más bien, que le ayudemos a observar los comportamientos prosociales, interiorizarlos y practicarlos antes de cada encuentro con sus iguales. Por supuesto, para conseguirlo acudiremos a situaciones que resulten atractivas para los niños, como son:
- Películas o dibujos animados en los que se trate el tema de la amistad. Por ejemplo, “Azur y Asmar”, “De vuelta a casa” o “Harry Potter”.
- Cuentos que muestren habilidades sociales, podemos contárselos, sacarlos de la biblioteca o comprárselos. Algunos libros muy útiles son los de la colección de “Cuentos para pensar” de SM.
- Juega a juegos de mesa que trabajen la expresión corporal como el “Cranium Cadoo”.
- Practica jugando con muñecos o marionetas con tu hijo las interacciones sociales.
- Analiza con tu hijo a algún personaje de ficción que tiene muchos amigos, como por ejemplo, “Zack y Cody” de Disney Channel.
Lo tercero: acompáñale en el proceso
Tanto si lo consigue a la primera, como si lo ves cometer los mismos errores una y otra vez, es muy importante que tu hijo sienta que le apoyas y le acompañas en su aventura de conseguir hacer amigos. Pero apoyarlo no sólo significa hacer de animador, sino que implica que te vea interesado en que tenga éxito. Para ello, debes contarle nuevas ideas que se te ocurran para que las ponga en práctica, felicitarlo por sus triunfos y tratar de no criticar sus intentos fallidos.
Algo que puede ser de mucha utilidad es pedir a algún primo de su edad que lo invite a jugar con su grupo de amigos y después preguntarle qué fue lo que él o ella observó que tu hijo no hace de forma correcta. Otra cosa que también es muy útil es pedir a sus profesores que lo observen en el patio y te cuenten sus impresiones. Después puedes contrastarlas con tu hijo para analizar junto a él dónde puede estar el error.
Por último, puede que tu hijo no haga amigos con facilidad porque presenta un trastorno de conducta o una condición diagnóstica especial que requieren la intervención de un especialista en psicopedagogía (aunque de cualquier forma, estos consejos pueden servirte). Si ese es tu caso, recuerda que no sólo estamos los profesionales independientes, sino que los colegios deben disponer de psicopedagogos expertos en este tipo de problemática.
Indudablemente, si pones en práctica estos tips, tu hijo no va a hacer amigos de la noche a la mañana, pero te aseguro que sí te ayudarán a darte cuenta de qué tipo de problema presenta él o ella a la hora de establecer relaciones sociales. Esto te permitirá ayudarle a construir una personalidad más habilidosa desde el punto de vista de la inteligencia emocional, y con el tiempo, hacer amigos.
Por Jenny
Guerra Hernández
http://www.PsicopedagogiaenCasa.com
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