Una investigación inglesa, subvencionada por Cancer Research IK, realizó un
seguimiento a 218.000 mujeres de diferentes países europeos durante seis años.
3.400 desarrollaron
cáncer de mama.
Siempre se ha considerado beneficioso el
ejercicio físico en mujeres que han alcanzado la menopausia, pero éste, es el
primer estudio que engloba a mujeres que no se acercan aún a esta etapa del
ciclo femenino.
Las edades que se tomaron en cuenta para el análisis oscilaron
entre los veinte y los ochenta años.
Quienes estuvieron a cargo de la investigación, han tenido en cuenta actividades
como el trabajo, los quehaceres del hogar y el ocio en el desarrollo de la
enfermedad.
Estas acciones combinadas reducían el riesgo de aparición del
cáncer de mama. “El aumento de la actividad física no ocupacional y en particular el
relacionado con las tareas domésticas se asoció significativamente con un riesgo
reducido de cáncer de mama”, afirmaron los expertos tras hacer públicos los
resultados.
También han confirmado algo que ya se sabía: “Todo ejercicio
físico es bueno para reducir el riesgo de aparición de la enfermedad.
Las
mujeres que mantienen un peso adecuado tienen menos riesgo de contraer la
enfermedad”, aseguró una de las especialistas de Cancer Research, la
doctora Lesley Walker.
Consejos claves para prevenir el cáncer de mama:
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Realizar ejercicio físico de manera habitual.
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Mantener una dieta sana en donde abunden las frutas y las verduras.
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A partir de los cuarenta años se aconseja realizarse una
mamografía al año por
prevención.
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Reducir la ingesta de bebidas alcohólicas. Aquellas mujeres que consumen uno o
dos vasos de alcohol por día aumentan el riesgo en un 10 por ciento y las que
beben tres, lo incrementan en un 30 por ciento.
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Moderar el consumo de carnes rojas.
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