Siempre
ha estado allí para consolar, divertir, levantar el ánimo o ayudarnos en lo que
fuera. Se la ha tratado como una hermana, presentado a nuestra familia y amigos,
ha pasado temporadas en casa y durante las vacaciones.
Se ha aprendido a confiar
en ella antes que en nadie más, pero ha llegado un momento en que todo ha
comenzado a ser decisivo y diferente cuando ella está presente.
“La relación
de una mujer con otra mujer no es nada sencilla. Pueden ser íntimas amigas, pero
a veces, en la adultez se comienzan a desarrollar conductas adictivas.
Se pierde
identidad porque una vive en la otra y se ve reflejada. Comienzan las envidias,
el resentimiento, el desear lo que la otra tiene y como no se quiere terminar
la relación, comienzan a tejerse estrategias para desestabilizar a la otra”,
comenta la psicóloga española Manoli González Rey.
Cómo descubrir a una mala amiga
·
Siempre que está presente
algo inesperado ocurre (y suele ser malo). Hay que estar atenta a las señales.
·
Es ella quien siempre
decide lo que hay que hacer. “Tiene el control de la relación y se las sabe
ingeniar para lograr llevar a cabo lo que desea en todo momento”, reflexiona
la especialista.
·
En público “le encanta
sacar los defectos de su mejor amiga y hacerla quedar en evidencia ante todos”,
opina la profesional.
·
Está todo el tiempo
presente. “Vive pegada al novio de sus amigas. Planea salidas y trata de
seducirlos cuando uno se distrae”, analiza González Rey.
·
La envidia hace que
critique todas las actitudes. “No acepta que se tenga una vida a parte de
ella. La familia o el resto de los amigos nunca están al nivel.
Siempre pelea
por un lugar privilegiado, pero no por afecto sino por controlador, celosa y
manipuladora”, expresa la terapeuta.
·
Da malos consejos a
propósito: “La envidia lleva a este tipo de mujeres a aconsejar erróneamente
sobre la vestimenta seleccionada, las amistades que se tienen o el trabajo
adecuado”, explica la psicóloga.
·
Desvela la intimidad:
“Cuenta los secretos que se le confían y engaña sin ningún tipo de escrúpulos”,
relata González Rey.
Una amiga
que revierte su condición interfiere en todas las relaciones. “Se antepone a
todos, quiere asumir el propio rol ante los padres y nunca está conforme con el
tiempo dedicado que se le brinda.
Hay que tener cuidado con estas mujeres de
doble cara que son con una de una manera y con el resto de la gente de otra. Lo
mejor que hay que hacer es establecer límites y alejarse lo más posible de su
lado”, aconseja González.
Una
enemiga tan cercana puede hacer mucho daño cuando se cree que es la mejor
persona que uno tiene al lado.
“Las señales están siempre a la vista lo que
ocurre es que resulta imposible de creer que aquella mujer que ha estado siempre
con nosotras pueda llegar a cambiar tanto o en el peor de los casos, haber sido
siempre así”, finaliza diciendo la psicóloga.