7. Pasa
algún tiempo con tu pareja
No importa si se trata
de un fin de semana romántico o simplemente quedar para tomar un café juntos una
vez a la semana, pero eso sí, en ese tiempo trata de no hablar de niños.
8. Deja
de echarte la culpa por todo
Seamos realistas, los
padres pueden encontrar un montón de motivos para sentirse culpables, ya sea por
dejar a los niños al cuidado de otras personas o por haberse pasado con la
última pena que se le ha puesto a la hija adolescente.
No se trata de que te vuelvas un
irresponsable, sino de que aceptes que estás aprendiendo a ser padre o madre con
la práctica diaria, y cuando uno aprende, se equivoca.
9. Controla
el tiempo que la televisión permanece encendida en casa
Si siempre está
encendida, es hora de que establezcas una serie de límites para su uso. Diez
horas por semana es una pauta razonable para los niños de cualquier edad. Además,
prueba a tener una noche libre de televisión y deja que los niños realicen
propuestas para hacer otras cosas.
10. Comprueba
el uso que tus hijos hacen de la computadora
Las computadoras están
reemplazando rápidamente a la televisión como niñera electrónica en muchas
familias. Para
ser justos, los ordenadores tienen más potencial educativo que la televisión,
pero los niños los utilizan sobre todo para jugar, a menos que reciban la
asistencia y la dirección de los padres.
Así
que de vez en cuando pregúntale a tu hijo sobre el último programa educativo
que ha utilizado o
pídele que te muestre sus avances con él.
11. Evita
convertirte en el salvavidas de tu hijo
Evita hacer cosas como
pagar por él las multas de la biblioteca o realizar a escondidas una tarea del
hogar que tu pareja le encomendó. Este
tipo de conductas no ayudan a tu hijo, sino que le privan de la oportunidad de
desarrollar su independencia y su autonomía personal.
12. Adopta
una perspectiva sana acerca de la conducta de tu hijo o hija
Cuando acaban de
armarla tendemos a pensar que nuestros hijos son los peores del mundo.
Independientemente de cómo
sea la conducta, si estás esforzándote en controlar la situación terminarás
consiguiéndolo. Es sólo cuestión de tiempo.
Después de leer esta lista de propósitos seguro que has hecho una reflexión de
tus habilidades educativas como padre o madre. Es verdad que todas son
deseables, pero no te obsesiones con convertirte en un padre perfecto, en vez de
eso, trata de llegar a ser un padre o madre que aprende mientras educa a sus
hijos.
Jenny Guerra Hernández