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¿ Anuncios
de TV, entre las causas de obesidad infantil?
Una investigación de campo ha comprobado que los anuncios de TV emitidos en
horario infantil están copados por alimentos cuyo consumo frecuente es
calificado como inadecuado y poco saludable por dietistas y nutricionistas e
incluso por la vigente Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física, Prevención
de la Obesidad y Salud) impulsada desde hace varios meses por el Ministerio de
Sanidad y Consumo. Y esto ocurre en un país en el que la
obesidad infantil
es un auténtico problema de salud pública (la tasa española de sobrepeso en
niños, el 16%, es de las mayores de la UE) y en un país cuyos niños y jóvenes
figuran entre los que más tiempo pasan cada día frente a la tele.
El 44% de los alimentos anunciados son chocolates, bollería, snacks, dulces,
precocinados, refrescos, embutidos, salsas…, que no pueden formar parte de una
dieta saludable. Sólo el 2% son idóneos para la dieta infantil (verduras,
frutas, pescados…).
Durante dos
semanas (del 21 al 27 de mayo y del 4 al 10 de junio) CONSUMER EROSKI grabó más
de 6.300 anuncios de alimentación emitidos en las franjas horarias con mayor
presencia de público infantil (de 8.00 a 11.00 horas, de 13.00 a 15.00 horas y
de 18.00 a 21.00 horas) por 12 cadenas de TV, seis de ámbito nacional (Antena3,
TVE1, Telecinco, TVE2, Cuatro y La Sexta) y otras tantas autonómicas (Telemadrid,
Canal9, TV3, TVG, Canal Sur y ETB1). Posteriormente, y en un trabajo que
finalizó a mediados de setiembre, técnicos de esta revista de consumo (entre
otros equipos, uno de nutricionistas y dietistas y otro de periodistas
familiarizados en temas de publicidad), analizaron uno a uno los más de seis mil
anuncios, hicieron las correspondientes tabulaciones y elaboraron sus
conclusiones, publicadas ahora en
www.consumer.es.
Para
prevenir la obesidad infantil hay que apagar la tele
La más
relevante es que el mensaje predominante que llega al telespectador infantil y
juvenil que recibe estos anuncios va justo en la dirección opuesta a una
educación alimentaria basada en la dieta equilibrada, lo que puede reducir la
eficacia de las campañas institucionales y educativas en contra de la
obesidad infantil
y a favor de un estilo de vida saludable. Los anuncios de alimentación que más
abundan en las horas en que mayor número de niños y jóvenes hay delante de la
tele “venden” los productos menos recomendables para su dieta diaria. El 44% de
los productos de alimentación anunciados a la hora en que los niños ven más la
tele son chocolates y derivados (9,5% de los anuncios estudiados), caramelos y
golosinas (8%), productos de bollería y pastelería (8%), embutidos (7%),
aperitivos (4,5%), salsas y mahonesas (3%) y helados (3%). La mayoría de estos
productos o son del todo prescindibles en la dieta o su consumo es excesivo por
la población, además de que no ofrecen ventaja nutricional alguna para niños y
jóvenes (por su abundante contenido en
azúcares y grasas).
Además, la mayoría de estos alimentos apenas aportan proteínas, vitaminas,
minerales y fibra, mientras que contienen mucha cantidad de sal y sodio. Y todos
ellos figuran en el tercer y último nivel de la pirámide nutricional que
promociona la Estrategia NAOS, ya que “su consumo debe ser moderado y
ocasional”.
Más hallazgos de la investigación sobre obesidad
infantil y avisos de TV
Tampoco
mejoran las cosas si se analiza el 46% restante de la publicidad en horario
infantil, ya que está dedicado casi en su totalidad a alimentos que, pese a
contar con una apariencia nutritiva saludable, representan un aporte de azúcares
excesivo si se consumen a diario. Son yogures y postres lácteos azucarados (16%
de los anuncios estudiados), lácteos (12%), cereales de desayuno (7,5%),
galletas (5,5%), y quesos (4%). Una ración de cualquiera de ellos representa
alrededor del 10% de la energía diaria para un niño que ingiere 1800 calorías,
no es demasiado. Pero el problema estriba en si es saludable que los niños
consuman estos alimentos azucarados a diario. Su valor nutritivo, derivado de su
contenido en proteínas y calcio, puede ser cuestionado por su exceso de azúcar.
Por ello, postres y
lácteos azucarados, de sabor y textura tan apreciados por los niños,
deberían consumirse de modo más ocasional que frecuente, por mucho que la
publicidad de TV los presente como paradigma de salud, desarrollo físico y
bienestar personal.
Lo más
llamativo de todo el estudio es que únicamente 123 inserciones publicitarias de
las 6.300 analizadas, es decir, el 2% de los anuncios emitidos en horario
infantil, correspondieron a alimentos aconsejables y que conviene incorporar a
la dieta diaria y aumentar su ingesta por la mayor parte de la población, como
frutas y verduras, pescados, aceites, arroces y pastas. Así, los
alimentos a los
que los más pequeños deben acostumbrarse a consumir con frecuencia, sólo
aparecen muy de vez en cuando en los anuncios.
Las
tendencias poco saludables que quedan registradas en el conjunto de los anuncios
de alimentación estudiados se agudizan si se toman como referencia los 15
productos más anunciados: diez de los quince spots más emitidos, es decir, dos
de cada tres, corresponden a productos azucarados; y ninguno a frutas, verduras
o alimentos frescos.
Por franjas
horarias, es de 8 a 11 horas cuando la proporción de anuncios de alimentación es
mayor, ya que el 19% de los spots son de comida. Al mediodía y por la tarde,
desciende hasta el 14%.
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