Los pies suelen quedar al margen del cuidado personal. Sin embargo, requieren de
la misma atención que cualquier otra parte del cuerpo.
Si todos los días se realiza una rutina breve de masajes, ejercicios y cuidados,
no solamente se logrará tener unos pies estéticamente bellos sino que también
estarán más saludables y libres de sufrir lesiones o malestares.
La alimentación adecuada contribuye a una mejora en la piel. La de los pies no
está exenta de sufrir alteraciones si no se los mantiene en condiciones.
“Todas las noches, lo ideal es dedicar unos cinco minutos a colocar crema
hidratante. Después de un baño relajante, nada mejor que agregar una loción o
crema que mediante la aplicación con un masaje se aliviarán de la carga diaria”,
sostiene la dermatóloga chilena Sofía Lombardo Comas.
La crema de glicerina o urea son ideales para tratar los pies muy resecos o
agrietados. “Hay que tener mucha constancia y aplicar la crema todas las
noches sin falta. Los resultados se verán a las pocas semanas”, comenta
Lombardo Comas.
Ejercicios para relajar los pies:
- Comenzar estirando cada uno de los dedos. Dedicar al menos dos minutos a cada
dedo
- Estirar y llevar los dedos hacia adelante y luego hacia atrás
- Girar los pies en ambos lados
- Realizar estos movimientos a la mañana al despertarse y también antes de
acostarse
- Utilizar la yema de los dedos para masajear y aliviar las tensiones de los
dedos y los nudillos para suavizar los talones y las plantas
- Utilizar aceites esenciales para ayudar a relajar las tensiones. El de
almendras es una buena alternativa.
Recomendaciones generales para el cuidado de los pies
Siempre que se pueda estar sin calcetines, será un alivio para los pies y se
logrará así mejorar la circulación. “Aprovechar el tiempo que se está en el
hogar para estar solamente con calcetines o dejando los pies al descubierto.
Esto dará un gran respiro y descanso a los pies””, opina la especialista.
Si se sufre de dolor en los pies, hay que intentar evitar el uso de tacos más
altos que seis centímetros.
“El calzado que se utilice debe ser siempre cómodo. No debe apretar ni
sujetar demasiado el pie y si daña alguno de los dedos, hay que dejar de usarlo”,
recomienda la dermatóloga.
Colocar los pies en un recipiente con agua tibia. Se pueden aplicar pétalos de
rosas y sales de baño. Dejar dentro los pies durante al menos quince minutos
hasta lograr el alivio deseado.
Secar con sumo cuidado y no olvidar de aplicar crema humectante.
Hanan
- Consultora de belleza natural, es autora de "Alimentos
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