Cuando se respira abdominalmente,
entra mucho mas aire en los pulmones con mucho menos esfuerzo. A los atletas,
por supuesto, les encanta. Conservar energía aumenta sus posibilidades de ganar.
Los corredores de resistencia de élite, por ejemplo, respiran con el abdomen
cuando corren, pero para obtener algo mas que una energía extra: la respiración
abdominal fomenta la relajación, que es otro potenciador de la actuación.
A
usted, la respiración abdominal puede servirle para calmar el estrés emocional o
físico. A eso es a lo que yo llamo potenciar la actuación.
La técnica es sencilla. Empiece por
hacer una respiración lenta, total y profunda y luego deje salir el aire
lentamente. En su segunda inspiración, expanda su estomago como si lo estuviera
llenando de aire.
La inspiración y la expiración- hechas lenta, deliberada y
rítmicamente- deberían durar unas cantidades iguales de tiempo.
Al principio puede que se sienta incomodo, porque es muy diferente de la forma normal en que
respira usted, pero eso dura poco; lo que le calma se convierte rápidamente en
confortable.
Practicando mejorara y mas eficaz será la reducción de su nivel de
tensión, tanto si esta en apuros como si no.
SOLTARSE Y RELAJARSE
Mucha gente
tiene costumbres nerviosas que forman parte de su comportamiento diario y, a
menos que sea fumar, probablemente le dirán que es inofensivo.
Un dogma básico del comportamiento
humano es que una costumbre nerviosa le hace sentirse ansioso, lo que a su vez
le hace a usted más nervioso.
Por lo tanto, permanezca lo más calmado que pueda.
Trate de no balancear su pierna, repicar con los dedos o apretarse la frente. No
se mueva a toda prisa, ni hable rápidamente ni
mantenga una postura rígida.
Estos hábitos físicos alimentan la tensión. El
cerebro los recoge y se pregunta qué funciona mal y, si no es algo obvio, ya
encontrará algo. Entonces es cuando sus músculos empiezan a ponerse cada vez más
tensos.
La tensión muscular constante puede dar como resultado problemas de
espalda y de mandíbula. Por lo tanto, sea más pausado en sus movimientos, ande
de una manera relajada -incluso aun- que tenga prisa- y practique la relajación.
Una de las maneras de relajarse es
hacerlo de forma progresiva.