Dividimos este procedimiento en dos
fases.
La fase 1 consiste en tensar, conscientemente, todo su cuerpo hasta el
punto de sentir fatiga muscular y, luego, relajar la tensión.
En la fase 2,
usted vuelve a tensarse y relajarse, pero sólo una parte del cuerpo cada vez
hasta haber abarcado el cuerpo entero; por ejemplo, empiece por los pies, luego
las piernas, el torso y así sucesivamente.
Si tiene poco tiempo, intente lo que
yo se llama calmar un objetivo. Primero averigüe qué músculos están tensos. Luego
céntrese en relajar sólo esos músculos.
Esto es especialmente bueno para la
tensión corporal de la parte superior y la parte baja de la espalda, la
mandíbula y las sienes, que cuando se relajan inducen una disminución de la
tensión de todo el cuerpo.
Otro atajo es relajar sus músculos sin tensarlos
primero. Inténtelo después de que ya haya practicado el ejercicio con tensión;
sólo entonces podrá decir usted si es igual de eficaz.
Ni la relajación
progresiva ni calmar un objetivo llevan mucho tiempo. Pero la profunda
relajación muscular que aportan es maravillosa, tanto fisica como
emocionalmente.
MEDITACIÓN INTROSPECTIVA
La
meditación introspectiva es una técnica sencilla que no exige un entrenamiento
formal. Cuando la mayoría de la gente
piensa en la meditación, se imaginan
a alguien sentado con las piernas cruzadas, cantando un mantra; y hasta cierto
punto esta meditación es algo parecido.
Puede hacerla estando sentado con
las piernas cruzadas y cantando un mantra.
Pero también puede hacerla tendido o
sentado contra una pared con las piernas estiradas frente a usted, o en
cualquier posición que mantenga su cabeza, su cuello y su columna vertebral en
línea recta.
Sea cual sea
la posición que elija, debe calmar su mente concentrándose en una de estas tres
cosas:
1. Cree una imagen en el ojo
de su mente. Puede ser la llama de una vela o una hoja flotando en un arroyo o
un
campo que está siendo silenciosamente cubierto por la nieve. Cualquier escena
que usted encuentre calmante y llena de paz.
2. Repita una palabra o una
frase una y otra vez. A esto también lo llaman mantra y debería sugerir paz,
calma o satisfacción. «Paz», «Calma», «Dios está conmigo» son ejemplos, pero el
mejor mantra es aquél que tenga significado para usted.
3. Escuche cada respiracióni
cuando inspira y expira. Inspire y expire a través de su nariz. Lo ideal sería
que fuera una respiración abdominal.
Puede que al principio su mente no
se deje calmar fácilmente. Otros pensamientos como la planificación o la
preocupación pueden apagar la llama de su vela o ahogar su mantra o su
respiración.
Eso no es nada raro. Simplemente deje que desaparezcan los
pensamientos sin enfadarse por su intrusión y vuelva a su punto de
concentración.
A veces es útil actuar como si fuera un espectador al que no le
importa lo que está presenciando. Sepárese de sus pensamientos y contemple
calmadamente cómo se van, como si no tuvieran nada que ver con usted.