Es bueno ser un soñador
Me levanto con mi alegría mañanera he dormido muy bien debido a que estaba algo
cansado del duro servicio de ayer en el restaurante y hoy al ser mi día de
fiesta, seguramente lo pasaré en alta mar, ya que el señor Ramón, dueño del
gran restaurante me ha llamado por teléfono hace unos escasos minutos
invitándome como siempre, a su pequeño barco de pesca. Nos acompañará su
simpática esposa y su hija Laura que para mí, es una pena que ya tenga novio.
Desde la ventana de mi dormitorio, contemplo sorprendido, el singular cambio del
aspecto del mar. Hacía unas horas que estaba un poco revuelto habiendo perdido
en gran parte, el tono azul intenso que se precipitaba en el abismo del
horizonte.
Mis oídos, prestaron atención por unos segundos junto con mi parte visual,
dirigida hacia la veloz lancha que arrastraba con gran arte un esquí acuático.
Verdaderamente, me lo paso muy bien trabajando en la costa y como soy un gran
soñador, siempre me gusta contemplar el fenómeno del sol saliendo mientras va
envolviendo poco a poco, el inacabable mar.
Unas incontables gaviotas, vuelan simétricamente como si hubieran ensayado
antes, un artístico vuelo y pienso que ya es hora de tomarme mi ducha diaria
para alimentarme después, con mi gran vaso de leche con cacao cuyo fósforo
alimentará un poco mas mi cerebro y así, estar siempre en buena forma mental
aparte de la física.
Y hoy……
Flanes de avellana con plátano
Pondremos 1 litro de leche a hervir junto con la piel de 1 limón y un poco de
canela en barra. Una vez hervida, se apaga el fuego, la dejamos enfriar y le
añadimos 150 gr. de azúcar 300 gr. de
avellanas molidas ( Las podemos moler con
el molinillo de café) 10 galletas del tipo maría y 1
plátano pequeño.
Removeremos bien con un batidor de varillas y después, ya podemos poner toda la
mezcla en un molde alargado cuya base tendrá caramelo liquido. Lo haremos al
baño maría tapando el molde con papel de aluminio para que no se nos queme por
arriba.
¡Ojo! Mejor encender solo la parte de abajo del horno a 180º. Al cabo de
una hora y cuarto mas o menos, ya lo podremos sacar y desmoldarlo al día
siguiente.
Por Joan Villaró
Chef
www.joanvillaro.e.telefonica.net