Actualmente, en nuestra
sociedad, es casi imposible comprar o alquilar una casa, un coche, o incluso
reservar una habitación de hotel sin crédito. Pero tampoco es muy difícil que
ese crédito se convierta en una pesadilla. Unos pocos pagos atrasados lo harán
exponerse a un interés aún mayor al tomado, y luego, a consecuencia de esto
último, a la posibilidad de quedar “marcado” al intentar recibir nuevos
créditos.
Es posible, que en
efecto, ya se encuentre en esta situación, y deba soportar todo el perjuicio de
haber tenido un informe negativo de situación crediticia, quedándose así sin
ningún tipo de crédito. O, quizás esta viviendo algunas circunstancias
desgraciadas e impredecibles, que posiblemente le harán imposible continuar con
sus pagos, como enfermedades, heridas, despidos, cesantías, etc.
Todas estas situaciones
pueden sucederle a cualquier persona. Pero cuándo a la gente buena le suceden
cosas malas, existen pasos que se pueden tomar para protegerse y reparar su
estado de crédito.
Reparando el informe crediticio
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Obtenga una copia de su informe de
crédito. Cerciórese, junto a un abogado y escribano, de que el informe este
actualizado en cuanto los pagos efectuados, desde el primero hasta el último
centavo. Revíselo completamente. Detenidamente, revise las fechas de pagos,
las sumas pagadas, el historial del pago y cualquier comentario particular de
consideración que se pueda incluir. Si encuentra cualquier inexactitud o tiene
alguna pregunta, no deje de consultar a la agencia o banco, de forma
inmediata.
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Presente personal y claramente su
caso a la compañía de informe crediticia y exhiba cualquier argumento que
tenga, con cualquier prueba o evidencia disponible, para justificar su atraso.
Una llamada telefónica podría ser suficiente en la mayoría de los casos, pero
es más recomendable presentar también una carta documento con esta
información. Ponga todo lo que pueda por escrito. Sea directo, cortés y
profesional. Y siempre incluya la fecha, en cualquier correspondencia que
realice a la compañía. Tenga presente que en la mayoría de los casos, las
compañías de informe de crédito estarán dispuestas a trabajar con usted. Su
negocio no es hacerlo ver mal, sino proporcionar información exacta y concisa
acerca de su situación, a sus prestamistas potenciales.
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Reduzca el crédito todo lo posible.
Cualquier monto que abone, será bien considerado por las agencias, además de
reducir los altos pagos que deberá efectuar en el futuro a causa de los
intereses. También, muchos prestamistas y organizaciones de crédito podrán
escuchar una oferta suya para restituir los pagos. Pero, asegúrese de hacer su
propia investigación previa. Averigüe como serán tomados los pagos que
efectúe. Examine, estudie y compare todo lo posible, el beneficio que obtendrá
por hacer un determinado pago, junto con cualquier plan o programa que ellos
le ofrezcan para recomponer su situación.
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Si se encuentra incapaz de modificar
las inexactitudes de su informe de crédito, será hora de dejar de lado la
negociación y recurrir a un abogado. Debe saber que casi siempre funciona más
ser cooperativo y oportuno que tratar con un abogado, al margen de que los
honorarios de un abogado podrían llegar a costarle más que su crédito… Sin
embargo, si no ha tenido éxito para reparar su situación crediticia,
posiblemente no tenga otro remedio que recurrir a una asesoría legal.
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No extienda demasiado el proceso de
reestructuración de la deuda. Los intereses siguen sumándose, y la suma a la
que se llegue, podría ser totalmente imposible de saldar. Use el sentido
común, y revise detenidamente sus gastos actuales. ¿Cuánto de lo que gasta se
podría ahorrar para aliviar el crédito tomado?
Frente a un nuevo crédito
Haya o no solucionado sus
problemas referentes a los informes de crédito, seguramente no querrá volver a
pasar por la misma situación. Para eso, siga estas sugerencias:
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¿Puede pagar al contado en vez de con
cheque o tarjetas de crédito? Siempre inclínese por la primera opción, la
única que puede darle la seguridad de saber cuanto terminará pagando por su
artículo. En el caso del crédito, podrá llegar a tener que pagar sumas
increíbles por cualquier objeto, las cuales podría no poder afrontar…
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Mantenga un límite de gastos mensual.
Si una compañía de tarjetas de crédito le ofrece aumentar ese límite de gasto,
y usted sabe que difícilmente podrá afrontarlo, no dude en rechazarlo. Para
muchos, el simple hecho de tener la disponibilidad de un límite más alto de
gastos, es una tentación suficiente como para gastar sin medida, lo que lo
podría llevar a repetir el problema.
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Mantenga la mínima cantidad de
tarjetas de crédito que le sea posible. Generalmente, no se deberían necesitar
más de una o dos. Mantenga una sólo para emergencias, como por ejemplo la
reparación de coche, los gastos médicos, etc.
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Tenga cuidado, sea austero, y esté
muy atento a todas las trampas del mundo del crédito.