Dándole vida a su árbol genealógico

Una fotografía en blanco y negro, un daguerrotipo, o un óleo familiar, pueden ser el complemento ideal para su recopilación de documentos alfanuméricos, y si bien es cierto que no siempre es fácil que los familiares estén dispuestos a prestarlas, existen algunas claves para conseguirlas.

La genealogía implica
mucho más que tan solo documentos alfanuméricos, por lo que es necesario que los
investigadores se aboquen realmente a la búsqueda de registros visuales,
fundamentalmente a partir de otros miembros de la familia que quieran contribuir
a esta nueva base de datos.

 Un óleo familiar, un
daguerrotipo, o incluso una fotografía en blanco y negro escaneada e impresa,
pueden ser una excelente complementación para sus registros alfanuméricos, y de
hecho algún que otro pariente que se ha venido negando a hablar con usted,
podría modificar su opinión al sentir el halago de que le pidan una fotografía
suya o de la familia.

 Por cierto, la mayoría de
la gente no quiere dar sus viejas fotos, daguerrotipos, u óleos familiares, por
temor a que los dañen más de lo que ya están. Encontrará además que algunas
personas igualmente muestran resistencia a prestarles sus retratos ¿por qué?
Porque el primo Juan les pidió prestada una foto algunos años atrás, y se olvidó
de devolverla, o porque la sobrina Sara hizo lo mismo y perdió una de las
fotografías etc., etc.

 Con todo, cuándo comenzó
su investigación genealógica, quizás haya tenido algún problema o se haya
sentido intimidado por la falta de información a la que tenía acceso. Pero
cuando alguna persona amable finalmente le ofreció su  ayuda, que fue clave para
conseguir los documentos, es posible que haya tomado confianza en sí mismo y
haya logrado conseguir documentos que le parecían imposibles. Lo mismo sucederá
con las fotografías: solo debe consultar a la mayor cantidad de parientes
posibles, hasta encontrar la invalorable ayuda de alguno de ellos.

 Otro método, es ofrecerse
a escanear estos registros visuales en su computadora, e imprimirles una “copia”
para poner en el piano de la familia, lo que hará que termine siendo su pariente
favorito, y pueda lograr su objetivo de conseguir las viejas fotografías.

 Otro truco para
conseguirlas, podría realizarse durante la entrevista mantenga con ellos. Allí
cuando anote todos los testimonios que ellos tengan para decirle, una pregunta
casual acerca de que fotos creen tener sobre los miembros de la familia de los
que se ha estado hablando, será muy apropiada, y posiblemente tendrá una
respuesta positiva.

 Quizás, también ahora sea
un buen momento de invertir unos billetes en una cámaras digital, las cuales
sacan magníficas fotografías de casi todo, incluyendo documentos y -¡sí!- óleos,
y todo esto sin tener que pedírselos prestados y sacarlo de las reacias manos de
su pariente.

 Por su parte, gracias a
estas nuevas cámaras también podría tener un registro completamente documentado
sin costo monetario alguno de realizar copias, y de paso, forjará nuevas
relaciones con sus parientes, sintiéndose más cerca de ellos gracias a la ayuda
que les puede brindar digitalizándoles y conservándoles mejor sus registros
visuales.

 Sean viejas fotografías,
daguerrotipos, u oleos familiares, nunca debe dejar pasarlos por arriba en su
investigación genealógica, ya que estos registro visuales serán el complemento
ideal para su trabajo, y podrán ayudarle además a armar un verdadero árbol
genealógico.