Evitando los errores en las búsquedas genealógicas

chikorita

El “ABC” para no cometer errores antes y durante una búsqueda genealógica

Sobre los horarios y la vida personal

Aquí ofrecemos
algunas sugerencias para ayudar a los principiantes a prevenirse de errores y
equivocaciones cuando comiencen a hacer su
investigación genealógica.

 Muchas
de estas sugerencias son "viejos trucos y secretos" que utilizan los
genealogistas más experimentados, por lo que le será muy útil saberlos antes
de comenzar su investigación.

Evitando errores

Anote siempre la
fuente de la información que usted registra o fotocopia, e inscríbale también
la fecha. Si el material es de un libro, anote su nombre, autor, editor, año de
la publicación, ISBN o ISSN (si tiene uno), y también la biblioteca en donde
lo encontró (o bien fotocopie la página del título y las que contengan toda
esta información).

Usted encontrará de vez en cuando que necesita volver
nuevamente a ese libro, para averiguar otros datos o clarificar algo que ha
anotado.

Hable con
absolutamente todos sus parientes de la generación más vieja (¡antes que
ellos se vayan y usted pase a ser la generación más vieja!). Incluso un
pariente lejano puede ser una mina de oro de información sobre sus antepasados.

Haga fotocopias
de todas las cartas y guarde los
mensajes de e-mail que envíe. Esto le ahorrará preguntarse cuáles de las
preguntas de sus correspondientes usted ya ha contestado, y cuáles de sus
preguntas hacia ellos aún no han sido contestadas.

No se apure en
responder a todas las cartas o mensajes que recibe. Si no tiene tiempo para
escribir una contestación detallada, envíe a sus destinatarios un mensaje o
una postal de forma inmediata para acusar el recibo y decirles cuando,
aproximadamente, les enviará una contestación más completa. Entonces sí,
asegúrese de escribirle tal como había prometido.

Haga frecuentes
back-ups del disco rígido de su computadora. Guarde sus disquettes o CDs y las
fotocopias de sus documentos irreemplazables en el lugar más seguro de su casa.

Al buscar a sus
parientes en diversos expedientes, no pase por alto las entradas que tienen
relación (aunque no absolutamente) con lo qué está buscando.

Por ejemplo, si
está averiguando información del matrimonio de 1850 entre José Ricciardi y
Paula Albarra, tenga también en cuenta el hecho de encontrar un matrimonio
entre José Ricciardi y Luisa López en 1847: éste podría ser un matrimonio
anterior, en el que poco después la esposa murió, y sin dudas muy útil para
conocer más en profundidad la vida de sus ancestros.

Al escribir a
las bibliotecas o a las sociedades genealógicas o históricas sobre sus campos
de interés, pídales los nombres y direcciones de editoriales de libros
agotados que se encuentran en esa área. Escriba a esas editoriales y pregúnteles
si tienen algún libro que contenga viejas historias locales o antecedentes
familiares del área a la que pertenecen.


¡Recuerde el
hecho de que, por el solo motivo de que la información se encuentre en una
computadora o impresa, ésta no es necesariamente cierta! La información
reciente de antecedentes familiares se basa a menudo en trabajos publicados
tiempo atrás.

Si los libros más antiguos son incorrectos, la información
incorrecta será simplemente repetida y, en el caso de que confíe ciegamente en
ella y no la chequee, usted continuará manteniendo estos errores.

Cuanto más
viejo sea el período en el cual usted está investigando, menos consistentes
serán los datos de nuestros antepasados, especialmente en lo referente al
deletreo de sus apellidos. Además, tenga en cuenta que algunos de ellos eran
analfabetos y no podían decirle a un encargado de registro cómo debían ser
escritos sus nombres.

Las tradiciones
o mitos de una familia con conexiones cercanas a gente famosa son generalmente
falsas, pero sí puede haber una razón para estos relatos. Por ejemplo, quizás
la persona famosa pasó una noche en la taberna de su antepasado, en vez de
(como dice la leyenda) casarse con él, pero averiguar esto también sería muy
interesante.

Intente no dejar
que su investigación se desordene, ya que podría abandonarla. Establezca un
sistema de ficheros para sus papeles (con carpetas o biblioratos de archivo o
carpetas de tres anillos) y archive cada hoja de anotaciones, documentos,
fotocopias, etc. a medida que las adquiera.

Hay pocas cosas más decepcionantes
y desalentadoras que contemplar una montaña de papeles apilados, preguntándose
si la partida de nacimiento que necesita desesperadamente se encuentra enterrada
allí o en alguna otra parte.

Compruebe todas
las fechas con minuciosidad, para cerciorarse de que son razonables, por
ejemplo, una mujer nacida en 1790 no habría podido ser madre en 1800.

Esté muy atento
a las variaciones en los nombres. Una petición de una partida de nacimiento
para Moises Isravitzky podría ser rechazada por una oficina de registro si el
nombre que figura en sus archivos es Moishe Isravitzky.

Cuídese de los
ofrecimientos o promociones por correo, qué pueden pretender ofrecerle una
genealogía personalizada de su apellido con un título, como por ejemplo, La
Asombrosa Historia de la familia X, con su lucha en la guerra X, y los títulos
de Nobleza de X.

Estos ofrecimientos no son muy serios, y sus libros no tienen
una investigación correctamente documentadas, sino que son, a menudo, sólo un
poco más de información que la que figura en las listas de nombres de las guías
telefónicas o otras fuentes fácilmente disponibles.

Notifique a las oficinas
de defensa del consumidor, a las autoridades postales y a las agencias de
abogados de consumidores si recibe alguna de ésta correspondencia.

Si usted está
buscando información de un apellido particular, los listados nacionales e
internacionales de teléfonos están extensamente disponibles en CD-ROM, y
pueden ser vistos en muchas bibliotecas públicas, o bien comprados en casas de
software.

No asuma que los
significados modernos de los términos usados para describir relaciones se
mantuvieron siempre en el tiempo. Por ejemplo, en el siglo diecisiete
"yerno" o "nuera" y "primo" podían referirse a
varios tipos de parentesco, excepto a un hermano o un hijo.

Recuerde que los
índices de los libros raramente incluyen los nombres de todas las personas
mencionadas en su interior, y, además, contienen de vez en cuando errores.

 Si
le parece que un libro podría contener información valiosa, tómese un cierto
tiempo para revisar su contenido en profundidad, antes de devolverlo al estante
de la biblioteca, después de darle un rápido vistazo al índice.

Sea preciso al
hacer sus anotaciones, y especialmente al compartir la información con otros.
Escriba las fechas usando un formato inequívoco: En los Estados Unidos y otros
países, 5/6/1881 se interpreta como 6 de mayo de 1881, en vez de 5 de junio de
1881.

 Destaque o subraye siempre los apellidos, sobre todo los que se podrían
confundir con los nombres, como por ejemplo Alberto y Alberio. Tenga en cuenta
los nombres de los lugares por completo, incluyendo parroquias, municipios,
condados, estados, provincias, y países.

A menudo
encontrará conflictos en la información. Por ejemplo, puede ser que descubra
que la fecha de nacimiento de su abuela paterna, en su lápida, es diferente a
la fecha de nacimiento según lo dicho a usted por su padre.

Observe la fuente
de cada información, pero no sienta que debe decidir inmediatamente cual es la
correcta. ¡De hecho, ambos pueden ser incorrectos! Una investigación adicional
podría revelarle una tercera fecha de nacimiento más creíble, por ejemplo, la
que está en su partida de nacimiento.

Tómese un tiempo de vez en cuando para
revisar y verificar todas las conclusiones que haya alcanzado, referentes a cada
una de las vidas de sus antepasados: esto le evitará perder el tiempo siguiendo
callejones sin salida.

Los límites y
lugares de nacimiento cambian constantemente con los años. Verifíquelos
siempre en los atlas históricos o en los textos genealógicos que pertenezca a
esa área.

Siempre que
pueda, anuncie los apellidos que está investigando fijándolos en páginas de búsqueda
de Internet, y sométalos a los directorios genealógicos y las listas de
apellidos publicadas por las sociedades genealógicas a las que se ha suscripto.

 Esto le pondrá en contacto con otras personas que estén investigando los
mismos apellidos, posiblemente por un tiempo mucho más largo, y le ahorrará
tener que re-andar el mismo camino. ¡Después de todo, la investigación genealógica
más recompensante es aquella que nadie ha hecho todavía!