Cuando se trata de buscar información acerca de nuestras familias o de
nuestras tradiciones familiares, muchas veces nos encontramos que existen
enormes diferencias entre las originales y las que nos tocan vivir. Estos
valores se transmiten de boca en boca y en cada generación se le han agregado o
modificado partes en relación a los valores personales y no tanto a los
familiares y culturales. Esto es lo que hace que las tradiciones también estén
vivas y no sean simples reglas que se siguen ciegamente, esto es lo que las
hace hermosas y lo que nos motiva a adentrarnos cada vez más en la historia
familiar.
Cuando se encuentran las pequeñas diferencias, luego de un poco más de
investigación es fácil darles una explicación lógica. Pero cuando se encuentran
diferencias diametrales, la explicación es más bien una conjunción de
explicaciones. Desde las diferentes capacidades de enseñanza de las personas,
las diferentes formas de interpretar las historias, los diferentes oficios que
hacen que cada quien cuente una historia en su contexto o simplemente es
posible que alguien se haya olvidado de una parte de la historia y haya
decidido rellenar ese vacío con una invención propia.
Las razones
Existen otros casos en los que un miembro de la familia ha decidido
alterar los hechos por una razón concreta. Las razones pueden ir desde cuidar
la reputación de la familia y a sus integrantes del famoso “¿qué dirán?”,
protegerlos de la vergüenza. Por ejemplo cuando existen embarazos fuera del
marco de un matrimonio, cuando la mujer da a luz sólo 6 meses después de
haberse casado. Otras veces incluso a causa de la vanidad. Existen miles de
historias de mujeres que deciden no decir la verdad con respecto a su edad, que
en una década sólo envejecen 6 años.
Las historias familiares estén llenos de hechos que no son tales, que
a decir verdad es poco lo que tienen de realidad y de hechos. Estas diferencias
resaltan cuando dos ramas diferentes de una misma familia se encuentran y
pueden intercambiar las versiones de la historia familiar. Todos pensarán tener
“la versión”, la única verdadera, cuando lo más probables es que la verdad sea
una combinación de las dos historias o algo totalmente diferente a cualquiera
de las dos. Esto se da más seguido cuando la historia involucra a un miembro
famoso e ilustre del que todos se vanaglorian. “Mi bisabuelo era…” Aquí
debemos imaginar que tres generaciones han sido criadas para reconocer al
ilustre antepasado por todos sus logros, por todos los “hechos” que ha
realizado. La amenaza de que la figura del héroe familiar pueda ser alterada,
humanizada, puede causar mucha tensión dentro de la familia y sus relaciones
internas.
Fuentes
primarias y secundarias
Cuando se encuentre con información que puede causar algún conflicto,
ya sea sobre la historia de su familia o en sus miembros, debe buscar la verdad
o al menos la raíz de la verdad.
Lo primero que debe hacer es aprender a encontrar las diferencias
entre las fuentes primarias y secundarias. Las fuentes primarias son aquellas
creadas cercanas al tiempo y lugar del evento que documentan. Las fuentes
secundarias son las creadas algo apartadas del tiempo y lugar del evento que
documentan. Las fuentes primarias son más confiables porque esa cercanía
espacio-temporal asegura la inexistencia de intermediaros que hayan podido
interpretar los hechos más de lo necesario, y por esto estar más cercanos a la
verdad.
Cuando encuentre alguna información que se contradice con lo que usted
ya ha averiguado no piense a priori que uno es erróneo y toro verdadero. Debe
mantener una mentalidad abierta que le permita tener una perspectiva objetiva y
deje la posibilidad a que cualquiera de las dos sea correcta hasta haber
conseguido la cantidad de pruebas necesarias para elegir por alguna de las dos.
Comience la investigación repasando los documentos que ya ha
recolectado y todas las fuentes que ha sabido encontrar. Esto incluye fuentes
escritas como orales. Trate de identificar las fuentes de cada retazo de
información y clasifíquela. Si ha sido publicada, si es un diario personal, si
es información personal o documentación oficial, si los documentos son de
segunda mano o es usted quien ha podido revisarlos, si se puede pensar que por
cualquier razón esa información puede ser falsa y cuál sería el motivo para que
fuera falsa. Cada pequeña información que usted adquiera de sus documentos y
fuentes deben ser tamizadas por esta tipo de clasificación.
Siempre debe considerar que las fuentes primarias le brindarán
información más certera que las fuentes secundarias. Si no puede dar con una
fuente primaria para un evento determinado deberá buscar la mayor cantidad de
fuentes secundarias posibles. Algunas personas piensan que dos fuentes
secundarias equivalen a una fuente primaria. Esto puede ser una falacia. Muchas
veces las fuentes secundarias surgen a partir de una misma fuente primaria.
Supongamos que esta fuente primaria tiene un error de cualquier tipo. Luego,
las fuentes secundarias, a pesar de ser dos interpretaciones diferentes, copian
ese mismo error. Al final cuando la fuente primaria desaparece y sólo quedan
las fuentes secundarias como documentos, ese error puede perpetuarse sin que
nadie lo note. Por eso es necesario una verificación múltiple, cuanto más
fuentes, sean primarias o secundarias, mejor.
Lo que sucede cuando se tienen muchas fuentes que se contradicen entre
sí, lo mejor no es quedarse con la que pensamos que es correcta sino
documentarlas todas. Dejar en claro cuál es la que más confianza nos da y por
qué y por qué todas las demás no nos dan tanta confianza. Es cuestión de no
darse por vencido a causa del caudal de información, luchar hasta llegar a la raíz
y quedar satisfechos con la información que logramos extraer de las fuentes.
La verdad
Si se encuentra con que uno o más de sus parientes está en desacuerdo
con la evidencia que usted ha encontrado, intente encontrar alguna fuente
primaria que le permita robustecer su evidencia. Debe hacer esto con su mayor
tacto y diplomacia, recuerde que muchas veces son estas personas sus principal
fuente de información.
Aunque la
búsqueda de la verdad es una misión que siempre debemos estar dispuestos a
seguir, a veces es preferible guardar esa verdad para uno. A veces, esa verdad
pueden abrir heridas que ya habían cicatrizado y pueden hacer más daño que
bien. Asegúrese de que no es por propia vanidad que quiere mostrar esa verdad
al mundo.