Quienes
hayan investigado el rastro de algún antepasado durante años y años, en
libros testimoniales o caminando por diferentes sendas, tratando de pisar las
mismas huellas, entenderán que cada historia es un mundo, y que en ese mundo,
pueden aparecer infinitos imponderables.
Desde
datos imposibles de verificar, hasta distracciones letales para el
descubrimiento del camino correcto, pueden aparecer. Haga de cuenta que usted va
por una ruta y se encuentra con un cruce de tres calles diferentes. El cartel
dice: “Hidalgo-Idalgo-Ydalgo” ¿Para que lado debe dirigirse?
Este
tipo de obstáculos, son los que hacen parecer a la búsqueda genealógica, una
cabaña verde, en el medio del amazonas. En ese tipo de casos, por ejemplo, debe
tomarse la precaución de revisar todos los índices posibles, por más que en
el correcto, aparezca alguien con el nombre buscado.
Como
hemos visto, la I y la Y se intercambian con frecuencia. Y es igual de común
de intercambiar la B por la V y la S por la C.
Búsqueda
personal…
Uno
de los recursos más comunes, es la entrevista a familiares y parientes. Este
tipo de información, puede utilizarse como base de la investigación en fuentes
oficiales.
No se atasque en datos no precisos, es muy normal que una persona
mayor (y no tanto también), no recuerde una fecha precisa. En ese caso trate de
relacionar el evento con algún momento histórico (guerra, depresión económica,
presidencias, etc)
Zonas
especificas
Con
el correr de los años, los territorios fueron cambiando de nombre, o incluso se
han expandido, de barrios a pueblos y de pueblos a ciudades. En estos casos es
indispensable estudiar como fue el desarrollo del lugar y como se fue
modificando.
Cuando
deba llenar algún formulario, siempre empiece desde adentro hacia fuera (por
ejemplo: Sevilla, Andalucía, España). Y deje de lado completamente el uso de
las abreviaciones (en otros países no se utilizan de la misma manera).
El
seguimiento
La
importancia de progresar en la obtención de la información, se va regenerando.
Cuando uno parece estar cerca del objetivo, puede ocurrir que se encuentre con
que debe volver atrás, para poder seguir adelante. He allí la importancia de
tener anotado y registrado, todo el camino hacia la meta.
Las
fuentes, fechas, lugares, y hasta horarios si es posible. Todo servirá para
poder continuar o, en caso extremo, saber de donde se debe volver a empezar. Las
fechas, para sus registros y para los formularios oficiales, deberán anotarse
así:
Día
(en números); Mes (en palabra); Año (con sus cuatro números)
El
mes nunca se debe escribir en números para evitar confusión con el día.
Si el espacio para escribir la fecha es limitado, se puede acortar el nombre del
mes escribiendo solamente las tres primeras letras.