Pero
los mayores inconvenientes surgen en el imprevisto de que por ejemplo:
-Los
clérigos u obispos escribían los apellidos según los escuchaban. Por ejemplo
el caso de una persona que buscaba al padre de su bisabuela llamada “Lope”
de apellido que fue anotada en el momento de su bautismo como “López” por
el clérigo que en el momento de escuchar, confundió la denominación y
confundió los registros.
Lo más gracioso es que la persona que buscaba a su
antepasado había visto el archivo y nunca pensó que podría corresponder al
que en realidad buscaba.
-Cuidado
con las variaciones de los apellidos. Es muy común ver que algunas familias
utilizaban dos apellidos distintos para anotar a sus hijos. Pero ¿cuál sería
el correcto? En realidad los dos. Por ejemplo, las mismas variaciones de los
mismos apellidos se encuentran en Saint Thomas, perteneciente por muchos años a
la Corona holandesa.
Encontramos el apellido Clasen, Classen, Class, Clas, Claus
¿Por qué? Aparentemente en el idioma Criollo de Saint Thomas, cuya base es el
holandés, pero con mezcla de idiomas europeos, africanos y algo del idioma de
los indígenas, y especialmente en verbos, el "en" se le quita a la
voz para simplificar la pronunciación.
-Eran
otras épocas. Muchos párrocos eran imprecisos o descuidados con los negros y
pardos, brindando poca información, contrariamente a cuando atendían personas
blancas. El mismo caso cuando se trataba de personas de elite, con quienes se
agraciaban y eran generosos con los títulos.
-Al
buscar en los registros de parroquias, puede encontrarse con letras bellísimas,
casi artísticas, u otras terriblemente desprolijas y hasta inentendibles.
Algunos párrocos usaban buena tinta y otros no, y sumado a las inclemencias del
clima (humedad, lluvias, vientos, etc). La búsqueda puede complicarse
considerablemente.
-En
caso de que su antepasado pueda llegar a tener una historia de esclavitud, sepa
que su apellido pudo ser tomado de su amo.
Si éste moría, le podían imponer
el de la ama que legalmente pasaba a ser la nueva dueña, o si los esclavos eran
vendidos, podía el esclavo quedarse con el antiguo apellido o adquirir, como
propio, el apellido del nuevo amo. Por
ende, puede encontrarse con que una esclava pudo concebir varios hijos con
diferentes apellidos.
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