Los padres pueden ayudar mucho si crean una atmósfera positiva en la cual se pueda hablar con sus hijos acerca de estos temas.
Los niños y adolescentes necesitan información y dirección de sus padres para ayudarlos a tomar decisiones saludables y apropiadas con respecto a su comportamiento sexual, ya que pueden estar confundidos y estimulados en exceso por lo que ven y escuchan.
La información sobre el sexo obtenida por los niños de la Internet puede a menudo ser inexacta y/o inapropiada.
Hablar acerca del sexo puede ser muy incómodo tanto para los padres como para los niños. Los padres deben de responder a las necesidades y al nivel de curiosidad de cada niño en particular, ofreciendo ni más información ni menos de la que el niño pregunta y tiene la capacidad para entender.
Puede ser de mucha ayuda el pedir consejo a ministros o sacerdotes, pediatras, médicos de familia o cualquier otro profesional de la salud. Los libros que usan ilustraciones o diagramas pueden ayudar en la comunicación y el entendimiento.
Los niños tienen distintos niveles de curiosidad y de entendimiento dependiendo de su edad y nivel de madurez. A medida que crecen, los niños frecuentemente preguntan más detalles acerca del sexo.
Muchos niños tienen sus propias palabras para las partes del cuerpo. Es importante hacer uso de las palabras que ellos conocen y con las que ellos se sienten más cómodos, de manera que se haga más fácil hablarles.
Un niño de 5 años puede conformarse con la contestación sencilla de que los bebés vienen de una semilla que crece en un sitio especial dentro de la madre. El papá ayuda cuando su semilla se combina con la semilla de la mamá, lo que hace que el bebé comience a crecer.
Un niño de 8 años puede querer saber cómo la semilla del papá llega hasta la semilla de la mamá. Los padres pueden entonces hablar acerca de cómo la semilla del papá (o espermatozoide) que viene de su pene se combina con la semilla de la mamá (o huevo) en su útero.
Entonces el bebé crece en la seguridad del útero de la mamá por nueve meses hasta que está suficientemente fuerte para nacer. Un niño de 11 años puede querer saber aún más y los padres pueden ayudar hablándole acerca de cómo un hombre y una mujer se enamoran y entonces pueden decidir tener relaciones sexuales.
Es importante hablar acerca de las responsabilidades y consecuencias de tener una vida sexual activa. El embarazo, las enfermedades transmitidas sexualmente y los sentimientos o emociones acerca del sexo son temas importantes que deben de ser discutidos.
El hablar con sus hijos puede ayudarlos a tomar las mejores decisiones para ellos sin sentirse presionados para hacer algo antes de que estén listos. Si se ayuda a que los niños entiendan que éstas son decisiones que requieren madurez y responsabilidad, se aumenta la probabilidad de que escojan las decisiones buenas o correctas.
Los adolescentes tienen la capacidad para hablar acerca de amoríos y del sexo en términos de sus citas y relaciones amorosas. Ellos pueden necesitar ayuda para lidiar con la intensidad de sus emociones sexuales, su confusión con respecto a su identidad sexual y su comportamiento sexual en una relación.
Las preocupaciones acerca de la masturbación, la menstruación, las medidas contraceptivas, el embarazo y las enfermedades transmitidas sexualmente son comunes. Algunos adolescentes también batallan con los conflictos acerca de los valores familiares, religiosos o culturales.
La comunicación abierta y la información precisa que brinden los padres aumenta las probabilidades de que los adolescentes pospongan el sexo y de que usen los métodos apropiados de control de la natalidad una vez que comiencen su vida sexual.
Al hablar con su niño o adolescente, es de gran ayuda el que:
- Estimule a su hijo a hablar y a hacer preguntas.
- Mantenga una atmósfera calmada y libre de críticas para sus discusiones.
- Use palabras que se entiendan y hagan que el niño se sienta cómodo.
- Trate de determinar cuál es el nivel de conocimiento y entendimiento del niño.
- Mantenga su sentido de humor y no tenga temor de hablar acerca de su propia incomodidad.
- Establezca la relación entre el sexo y el amor, la intimidad, el hacerse cargo de los otros y el respeto propio y por su pareja.
- Comparta abiertamente sus valores y sus preocupaciones.
- Discuta la importancia de la responsabilidad al escoger y tomar decisiones.
- Ayude a su hijo a considerar los puntos a favor y en contra de sus alternativas.
Al desarrollar una comunicación abierta, sincera y continua acerca de la responsabilidad, el sexo y las alternativas, los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender acerca del sexo de una manera positiva y saludable.
Fuente: American Academy of Child and Adolescent Psychiatry
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