Pueden usarse como faldas
largas o bien cruzados sobre el cuerpo como vestidos, todo depende si se atan
alrededor de la cintura para formar una falda o debajo de las axilas.
Para poder tener uno, hay que primeramente elegir el estampado que más nos
guste, o bien un motivo liso; procurando telas de algodón.
En cuanto a las
medidas hay que tener en cuenta si lo usaremos como vestido o como pollera y
desde allí calcular las medidas de acuerdo a nuestro cuerpo.
Por debajo de las
axilas se toma la medida para el pareo largo y por debajo del ombligo para el
corto, siempre calculando un metro más para poder atarlo.
Conviene lavar la tela antes de trabajar para ver las medidas reales que pueden
variar con el lavado, y luego proceder al corte, puede ser con una tijera
dentada o de terminaciones si no queremos coser o bien recta, y luego doblar los
bordes hacia abajo para hacerle un dobladillo.
Para una terminación más bonita, se puede usar una puntada en el dobladillo
enrollado a mano en los bordes del pareo.
Coser 1/4 pulgada a lo largo de todos
los bordes de la tela con una máquina de coser o a mano.
Cortar la mitad del
exceso de tela, enrollar gentilmente la tela en tu mano hacia ti hasta que la
costura desaparezca y coser una puntada invisible a mano a lo largo del borde
del borde enrollado.
Las más habilidosas pueden jugar con hacer la misma medida rectangular
combinando dos tipos de telas que se unirán en el medio, también por una
costura.
Para anudarlo se pueden usar las puntas o bien algún tipo de broches o
pasantes que permiten adornar el pareo y ajustarlo al cuerpo.
Lógicamente se le pueden añadir flecos, trenzas, sobre estampas y hasta alguna
lentejuela o mostacilla resistente al agua.