A parte
de ser una celebración religiosa de gran importancia para los niños y niñas
católicos, suele ser un momento que genera un gran estrés para los adultos.
Características de la primera comunión:
· Se
festeja entre los 7 y 12 años
· Es
necesario que antes se haya bautizado al menor
· Se
debe realizar un curso de catequesis previo al momento de la comunión. Éste
puede durar uno o dos años.
· La
iglesia o la escuela se encargan de impartirlo
·
Durante las clases religiosas se aprenden las oraciones principales, los valores
y normas básicas de la Iglesia Católica
· Previo al momento de la comunión, los
niños son confesados y tras este momento, podrán recibir en la misa, la
eucaristía.
Más allá
de este momento religioso de por sí importante para quienes profesan el
catolicismo, se ha convertido en un proceso de estrés y ansiedad sobre todo para
los adultos quienes no solamente deben acompañar al menor en este largo proceso
sino que también se ven en la tarea de organizar la fiesta tras la
comunión, los
trajes de los niños, recordatorios y demás detalles.
Consejos
a tener en cuenta para preparar la primera comunión
· La
influencia de otros padres es muy grande a la hora de enfrentarse con un momento
que ante todo debe ser de humildad y sencillez.
Muchas veces, por querer
destacar y pensar que lo que hace inolvidable un momento es el grado de
sofisticación y complejidad que se le impone, los padres se sobrecargan de
tareas que terminan llevándose todo el tiempo y el dinero.
“Lo que hay que
tener en cuenta es que lo que debe ser realmente valioso es el momento religioso
por el que está atravesando el niño. Cualquier otra cosa es secundaria. El
vestido de la niña debe ser blanco y para el niño con un traje y una camisa
blanca es más que suficiente. Ostentar en una celebración como esta queda fuera
de lugar y es totalmente inútil”, comenta la catequista argentina Marisa
Hernández.
· El
peinado es otro de los momentos que más ansiedad provoca en las madres. “Las
niñas siempre lucen bien. No es necesario inculcarles que se debe gastar dinero
para ir a la iglesia a ver a Dios. Son conductas que no deberían siquiera
existir.
Cuando una madre viene a verme y me plantea ese tipo de cosas de la
organización de la comunión me da mucha tristeza.
Lo que realmente importa ante
los ojos de Dios no es un peinado más caro o más realizado que otro. La
sencillez y humildad son dos virtudes que cada vez se aprecian menos”,
asegura Hernández.
·
Hacer un festejo en casa como si fuera un cumpleaños. Si la familia es numerosa
cada integrante puede colaborar trayendo algo.
No es necesario contratar un
local o gastar más de la cuenta en un catering. “Los adultos deberían
entender que no hay que perder de vista el verdadero objetivo de esta
celebración”, reflexiona la catequista.
· Para
el momento de los souvenirs, los mismos niños que festejan la comunión pueden
unos meses antes preparar manualmente los obsequios. “Es un lindo gesto tener
algo personal del niño y no algo comprado que destaque por el regalo en sí y no
por la intención”, opina Hernández.
¿Cansada de preparar
siempre lo mismo para los cumpleaños de los niños y otras fiestas infantiles?
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