El
bridge es un deporte que tiene a las cartas como uno de los distintos
instrumentos que requiere para su práctica.
No
es un juego “de” cartas, sino un deporte “con” cartas. Tan es así que ya ha sido
incluido como deporte olímpico. Se lo considera el deporte de la mente.
En
su desarrollo se deben ejercer habilidades de complementación (pues se juega de
compañeros), de planificación (pues cada mano requiere de un plan de acción), de
concentración (pues uno debe estar con toda su atención centrada en el juego) y
otras aptitudes que se van adquiriendo a medida que uno avanza en su
conocimiento.
Al
bridge se lo identifica por todas esas habilidades como el ajedrez de las
cartas. Pero si requería de algo que lo diferenciara netamente de cualquier otro
juego de cartas es que en su desarrollo no tiene mayor ingerencia el azar; priva
la capacidad y el conocimiento sobre la suerte.
En
su ejecución se libra una verdadera batalla entre una pareja, la que luego de
competir en un remate, se compromete a lograr una determinada cantidad de bazas,
por un lado, y por el otro sus rivales que le opondrán todos sus esfuerzos para
impedir que lo logre.
Como cada mano (sin que se mezclen las cartas) es jugada por todas las parejas
que participan del torneo, al final triunfará aquella que, con las mismas cartas
que el resto, obtuvo el mejor resultado. Es por ello que el azar no tiene mayor
influencia.
Para iniciarse en este deporte no se requiere de ningún conocimiento o habilidad
previa
y con sólo unas pocas lecciones ya estará en condiciones de comenzar a disfrutar
de sus características tan atrayentes.
Esté seguro que a medida que vaya avanzando en el conocimiento de los secretos
de este deporte, su entusiasmo como bridgista crecerá y podrá elegir si sólo
desea practicarlo socialmente o si decide seguir progresando para alcanzar un
nivel competitivo mayor.
Es
su elección. El desafío está planteado.
Fuente:
Buenos Aires, Club Social de Bridge