Campana extractora para tu cocina

La campana extractora es un accesorio fundamental para mantener el aire limpio y evitar el humo y los malos olores en la cocina. ¿Cuáles son las características que hay que tener en cuenta antes de adquirir una?


Las campanas extractoras son un complemento relativamente nuevo. Los modelos son
bastante variados y dependen del estilo de cocina de la que se disponga.


Lo principal a tener en cuenta es el grado de potencia que se necesita para
saber cuál elegir. El nivel de extracción es fundamental para acertar con la
compra y otro factor clave es el grado de ruido que alcance la campana ya que no
todas son lo suficientemente silenciosas como se desearía.


Aquellas que tengan un motor blindado son un poco más caras, pero son las
indicadas para colocar en las cocinas que se utilizan mucho. De este modo se
protegerá el interior de grasa, polvo y demás suciedades que puedan acumularse
dentro.


Modelos de campana extractora:


Extraplanas: es uno de los diseños más modernos. Se mantienen ocultas dentro de
un mueble y solamente, al encenderlas se extrae la parte inferior


Decorativas: son las más utilizadas. Se cuelgan directamente del techo. Son
ideales para las cocinas grandes y quedan muy bien si la cocina dispone de una
isla.


Tradicionales: Se colocan de modo empotrado en un mueble. Toda la campana suele
estar a la vista: los mandos y el filtro. El modelo es muy sencillo y sus
funciones son muy básicas. Prácticamente ya no se venden porque los diseños
actuales son más modernos, elegantes, pequeños y funcionales.


La durabilidad de este aparato dependerá del uso que se le dé y de la eficacia
que se logre al limpiarla. Mantenerla sin suciedad es posible si se dedica un
poco de tiempo cada mes:


Cómo limpiar las campanas extractoras:


Proceder a desenchufar la campana y extraer los accesorios que se puedan
desmontar y lavarlos solamente con agua. Si hay grasa acumulada en cada una de
las piezas, retirarla con la ayuda de papel de cocina.


Si no se dispone de ningún producto específico para quitar el exceso de grasa
que esté muy pegado, añadir un poco de alcohol mezclado con amoníaco.


Es importante no respirar cerca de esta preparación mientras se esté efectuando
la limpieza. Quitar luego las rejillas y dejarlas durante quince minutos en
remojo.


Mediante el uso de un cepillo se podrá quitar la grasa que suele quedar pegada
en los sitios más difíciles. Dejar secar las rejillas.


El exterior de la campana solamente debe hacerse con agua y si es necesario un
poco de jabón. No se deben utilizar productos agresivos, mucho menos si el
exterior es de acero ya que éste puede perjudicarse con facilidad si se usan
esponjas o algún detergente.


Las piezas se pueden volver a montar una vez que estén bien secas. Este
procedimiento es conveniente realizarlo una vez al mes. Si la cocina se usa
mucho, es aconsejable limpiar la campana cada quince días.


Consejos importantes:


Es importante poder seguir las instrucciones del fabricante para limpiar la
campana extractora adecuadamente. Cada producto es diferente por eso es
conveniente leer muy bien el manual de instrucciones y seguir las pautas de
limpieza al pie de la letra.


La superficie de la campana debe limpiarse adecuadamente y sin la utilización de
productos abrasivos que la puedan dañar.


Con un trapo húmedo y  un poco de jabón será suficiente para mantenerla en
condiciones y no perjudicar el material del que esté hecha.


Yolanda
Río-Pérez, decoradora y especialista en viviendas, ayuda a miles de personas a decorar sus
hogares con personalidad y buenos criterios.
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