Comprueba si estás preparado para empezar a decorar tu casa
Sé por experiencia que la recompensa que recibes por
decorar bien tu propia casa
es extraordinaria.
Llenar tu casa de vida y darle un toque personal de belleza, comodidad y estilo
no tiene precio y produce una profunda satisfacción.
Para tener un resultado positivo y experimentar una felicidad inmensa debes
estar preparada. Nada que merezca la pena se logra por casualidad.
A veces, al empezar a decorar puedes sentir un gran miedo a equivocarte.
El miedo te paraliza y hace que te conformes con una decoración mediocre, que
decores sin
energía creativa… o peor aún: que empieces a decorar tu casa y
después te quedes a medias sin saber por dónde seguir.
Decorar con miedo significa atraer justo el fracaso de que quieres huir. El
antídoto contra el miedo es una información adecuada que te permita controlar
los resultados.
En ocasiones, por la impaciencia de ver el resultado final de tu decoración, es
frecuente querer terminar cuanto antes y hacer las cosas a lo loco, con nefastas
consecuencias.
Recuerda: Prepárate bien antes de empezar.
"Abraham Lincoln decía que si le dieran 5 horas para cortar un árbol, se
pasaría las 4 primeras horas afilando el hacha"
No
te dejes llevar sólo por las fotos bonitas de las revistas ni
por los consejos de tus amigos o familiares, o podría resultarte muy caro.
Recuerda que el estilo de tu casa, por encima de todo, debe reflejar
tu
forma de vida… y nadie la conoce mejor que tú.
Así que para dar en el blanco de la diana desarrolla una visión concreta en tu
cabeza y actúa según esa visión.
Es
muy divertido y emocionante crear tu propio espacio en armonía
con tu vida y la de los tuyos. Haz tus sueños realidad. Los tuyos confían en ti
y vivir bien sí importa.
Conseguir ideas que funcionan en tu hogar
Empieza a coleccionar ideas.
Colecciona recortes de revistas de decoración que te gusten, como fotografías de
cosas que llamen la atención y entren por la vista.
Toma nota en los recortes para recordar por qué los has guardado.
También, empieza a coleccionar muestras de tejidos, colores que se van a
quedar en la habitación, colores concretos de una carta de colores, etc.
Mide la habitación y dibuja una planta de distribución con los muebles y
accesorios que desees conservar (una planta de distribución es una vista desde
arriba de la estancia, para que tengas una visión global y sepas si los muebles
te van a caber o no)
Guarda tus muestras, dibujos,
recortes e ideas en el coche. Así cuando vayas de compras tendrás tus muestras a
mano.
Cuando empieces a coleccionar una cantidad suficiente de objetos empezarás a
ver un patrón o similitud en lo que te gusta. Y
un estilo, que no creías que tenías, pronto aflorará.
Prueba también a que la gente te dará sus propias ideas. Estarán encantados
de aconsejarte. Tal vez haya alguna de ellas que te guste y quieras aplicarla a
tu casa.
Si hay algún estilo de una revista que te haya gustado especialmente, asegúrate
de que encaja bien en tu casa. Algunas veces, los estilos de las revistas pueden
quedar demasiado recargados en el hogar.
Sigue recopilando ideas de todo tipo hasta que descubras un
estilo que te guste o que tú mismo hayas creado. No te preocupes si al principio
los recortes y muestras resultan demasiado dispares. Es normal. Ten paciencia y
sé perseverante.
Lo importante es empezar a decorar sólo cuando tengas claro
qué
es lo que quieres y cuál será el resultado final.
Por
Yolanda Río-Pérez – Decoradora y especialista en viviendas – Autora de "El
Decorador en casa", una
guía que te da
consejos prácticos para maximizar el bienestar en tu hogar,
llenándolo de belleza y logrando que seas una persona
mucho más feliz.
