El color es un elemento muy presente en nuestras vidas, por ello hay que tener en cuenta los efectos que sobre nosotros provoca. En mayor o menor medida los colores nos afectan psicológicamente por las experiencias que les asociamos.
Al igual que nuestro sistema digestivo procesa mejor unos alimentos que otros, hay que pensar que el color es una percepción que capta nuestro ojo, por lo cual este tolerará mejor unas tonalidades que otras.
Los pintores, desde el modernismo, se preocuparon por cambiar las formas de expresar las cosas, pero también por impactar por medio del color. Y es que cada color tiene un “aura”, una sensación que hay que tener en cuenta.
Por ejemplo, según Faver Hivien, el rojo es un color que viene hacia nosotros, que avanza y resalta la cualidad amable de este cuando se mezcla con el blanco; el azul “es como un juez de paz de los colores: frío, preciso, ordenado.
El verde es el color del planeta Venus y por tanto del amor, la razón de que este color transmita seguridad y estabilidad es su facilidad de percepción; el amarillo es el vínculo entre el Sol dador de vida y el oro, patrón de la riqueza terrestre, un amarillo sucio parece traicionero; el blanco es la luz total, se le asocia con el día, la suerte, el nacimiento; el negro representa la oscuridad absoluta, a partir de los años 60 se asocia con la distinción, la elegancia.
Conocer algunas teorías de los colores te permitirán distinguir la fina barrera entre el simbolismo positivo y negativo de algunos colores. Si tendrán influencia sobre nosotros, que incluso algunas teorías relacionan cada color con una zona del cuerpo (terapia de sanación tibetana, reiki), y otras con zonas de la casa y funciones potenciadoras (sentido decorativo feng shui). Se puede incluso hablar de teorías que se aplican a la curación mediante colorterapia.
En la elección de los colores para nuestros interiores hay que ser cuidadosos, y conscientes de la función del color elegido y su relación con las actividades que se van a realizar en esos espacios.
Por norma general los colores fuertes, vivos, brillantes y activos invitan y estimulan el movimiento, el trabajo y la rapidez (rojo, magenta, naranja y amarillo); los colores que favorecen el descanso y la introspección son más fáciles de percibir, con referencias naturales.
Otra generalidad es que los colores oscuros normalmente son menos alegres y concentran el espacio, haciéndolo más pequeño; y los colores claros tienden a aumentar la luminosidad, expandirse y agrandar los espacios.
CLASIFICACION DE LOS COLORES: UN COLOR, UNA SENSACION
Después de hablar de los colores en general y compararlos, vamos a hacer una clasificación sencilla que nos ayudará a entender como funcionan los colores en la decoración.
En primer lugar encontramos los colores llamados no colores (negro, blanco, gris y marrón), este término se usa a causa de las propiedades que estos colores tienen y de la relación que surge con el resto de los colores. Son colores neutros, no influyen en la percepción de los colores con los que se relacionan, por esta razón son buenos complementos para cualquier otro color.
Negro: Es un color que puede llegar a resultar cargante, por ello es recomendable no usarlo para paredes, ni para planos grandes de color. Si embargo es un buen elemento para definir los límites, resalta a los colores que están a su alrededor. Un claro ejemplo de esto es el tradicional uso del negro como color de los marcos, una razón para este uso es la experiencia cromática de que combina bien con todos los colores.
Blanco: Las propiedades de este serán completamente contrarias a las del negro.
El blanco se usa como repelente del calor, esta práctica se puede observar en los pueblos de la zona sur de España, donde todas las casas son blancas.
Gris: Se puede usar para apagar el blanco y restarle brillo, que puede llevar a molestias en la percepción. Al igual que el negro y el blanco se le considera un buen complemento para el resto de colores, aunque en este caso el resto de colores no resaltan tanto por la disminución de contraste.
Marrón: Es el color de la tierra. Refleja seguridad y confianza. Un toque en el centro de una estancia estabiliza el ambiente.
Tiende a usarse en paredes por ser un color neutro que en principio no cansa la vista. Los marrones oscuros a la igual que pasa con el negro, es preferible usarlos con moderación.
Recuerda que los efectos del color se pueden combinar con los efectos de la luz, tanto natural como artificial. La luz es un elemento que se presta a crear contrastes cromáticos interesantes y crear distintos ambientes dependiendo de que luz enciendas. Un efecto muy curioso que se puede producir, es cuando pones una fuente de luz que se refleja en un plano cercano al suelo y este plano es de color, este color se refleja en el suelo.
Rojo: Es un color muy vivo, por lo que está indicado para habitaciones con mucha actividad física, por el contrario no es recomendable usarlo en habitaciones que se vayan a realizar actividades que precisen concentración. La mesura en el uso de este color es especialmente importante puesto que es un color muy absorbente y puede provocar ansiedad.
Tiene el efecto de acelerar la presión sanguínea y acelerar el ritmo cardiaco. En la publicidad se usa mucho por este carácter excitante que posee el color rojo. Atrae a los niños y animales. Un ejemplo de esto lo tenemos en el uso del rojo para el capote en el mundo del toreo, el rojo junto con el movimiento excitan al toro.
Puede conformar un reclamo para la comida rápida, puesto que es un color que atrae pero rápidamente te cansas, los usuarios se van más rápido del local, este es solo un ejemplo de cómo mediante los colores nuestro entorno nos manipula.
Naranja: En espacios amplios se tolera mejor que el rojo y tiene el efecto de elevar el ánimo, pero también se dice que es un color que estimula el sistema digestivo, y puede ser origen de ansiedad por la comida. Para rebajar los efectos de este color se puede usar su complementario el azul, este le da un contrapunto de calma, de sosiego visual.
Es buena para zonas de conversación o de salas de juego para los niños, puesto que el resultado propicia un ambiente amable.
Amarillo: Es buen color para dar sensación de mayor luminosidad. Las tonalidades más adecuadas para sustituir al blanco en su función expansiva y de aumento de la luminosidad, son las tonalidades claras: magnolia, crema o marfil. Estas colores son perfectos para salas de estar, puesto que son suaves y rompen el exceso de luz que puede suponer un blanco total, son menos agresivos.
Las tonalidades más puras se pueden combinar con el violeta dado lugar a combinaciones de color muy armónicas, también quedan bien combinadas con toques rojos y naranjas, queda un ambiente fuerte y vivo.
Verde: El verde es un color sereno, que evoca a la naturaleza, la calma. Neutraliza la tensión, pero es preferible evitarlo en zonas de trabajo por su carácter sedante. Estas son algunas de las razones por las que se suele usar en hospitales, porque es un color que da sensación de limpieza y que a la vez ayuda a la recuperación psicológica de los pacientes. Es el color de la primavera, del renacer, de la vida, de la esperanza que calma las angustias.
Azul: Es un color que tiende a reducir el estrés, que invita a la meditación, es un buen color para zonas de descanso y de oración. No se debe usar para sitios con mucha actividad, pues podría frenar el ritmo. Su carácter expansivo nos lleva a usarlo en sitios pequeños para abrirlos. Hay que tener cuidado con las tonalidades más oscuras porque pueden adquirir las mismas cualidades negativas que el negro en exceso.
Violeta: Es el mejor para la meditación y la introspección, y se puede usar para salas de estudio. Para mejorar su funcionamiento se puede combinar con su complementario el amarillo.
Las tonalidades más puras pueden resultar inquietantes, y debe acompañarse de un color amable como es el turquesa combinado con el naranja.
Magenta: Este color tiene una cualidad cálidamente afectiva, sus tonalidades pasan del morado, hasta el delicado color rosa palo. Son recomendables para zonas de entrada, así se les da a los invitados o a ti mismo una cálida bienvenida. Es a la vez protector y amable se puede usar para dormitorios. Incluso en sus tonalidades más suaves se ha comprobado que tiene efectos positivos en personas con impulsos agresivos. En sus variantes más claras, no es un color que invite al estudio, ni a la concentración. Una combinación buena sería juntar las tonalidades más claras y oscuras y añadirle toques de su complementario, el verde.
Todas éstas son explicaciones basadas en las sensaciones comunes, en las experiencias habituales que tiene la gente. Pero tu no eres gente, eres una persona, y tus experiencias han sido únicas. Es en este punto donde cada uno debe decidir lo que le gusta, y lo que le hace sentir a gusto con su entorno, hay que ir mas haya de las teorías y preguntarnos por que reaccionamos de una forma u otra hacia ciertos colores.
Ten cuidado con las muestras de color si vas a aplicarle ese tono a una gran superficie. Al aplicar el color, por ejemplo en una pared, verás que cambia y se muestra un tono más oscuro del que percibíamos en la muestra.
Es aconsejable optar por un tono más claro para conseguir el efecto deseado. También ten en cuenta que los colores son susceptibles de matizarse según la luz y el entorno colindante.
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