Para quienes son
aficionados de la lectura y no se resignan a descartar ninguno de sus
ejemplares, es mas, continúan comprando cada vez que pueden,
aprovechar el
espacio para que toda la casa no termine siendo una gran biblioteca resulta
fundamental.
Si en la casa hay
escaleras, aprovechar el espacio que queda debajo de las mismas para
guardar
libros, es una opción práctica y que casi no implica costos extra.
Utilizar las esquinas
de los ambientes, armando esquineros, también permite ganar espacio sin realizar
grandes modificaciones.
Si se vive en un lugar
con altura suficiente y se tiene dinero disponible, construir un entrepiso de
madera soluciona todo.
Aporta un ambiente más
a la casa, directamente y permite colocar allí todos los libros y hasta otros
objetos que se desee guardar en un lugar donde no afecten el espacio.
Del mismo modo se
pueden aprovechar las paredes, empotrando estantes que nunca ocuparán el mismo
lugar que un mueble biblioteca. Ya que dejarán el piso libre.
“El descansillo, o
espacio entre dos pisos, es un buen lugar, la pared entre dos puertas es
perfecta para un librero donde organizar libros y también música o juegos de
mesa”, sugiere la decoradora Lucia Pierantozzi.
Claro que a falta de
lugar, cualquier espacio es bueno.
Debajo del sofá o de
una cama, se puede hacer un cajón oculto y si la idea es renovar un mueble,
preferir los de interior hueco, como los botineros, que permiten un lugar para
sentarse y tienen espacio en su interior.
“Una mesa de centro en
la sala con gavetas y entrepaños ayuda con los libros, periódicos y revistas que
se están leyendo en el momento”, apunta la decoradora que no descarta los baúles
rectangulares como otra opción que permite guardar mucho ocupando poco espacio.
“En un clásico
departamento decidimos aprovechar al máximo todos los espacios, comenzamos con
el cuarto del nene y el living comedor, en la habitación del nene usamos dos
columnas con canastos con una tapa de madera en blanco lavado que hace las veces
de escritorio, la cama también en blanco lavado es mas alta para aprovechar el
espacio de abajo poniendo un estante con canastos grandes”, cuenta Pierantozzi.
Una mesita de noche
también puede convertirse en una mini biblioteca donde se apilen los libros
preferidos debajo y ubicándolos a mano para cuando se los quiera leer.
“Utiliza las paredes
para crear espacios multifuncionales. El primer paso es llenar una pared con
estanterías.
Si la habitación tiene
ángulos aprovecha la arquitectura para crear formas irregulares. Se verá más
interesante. Las paredes de libros también son una muy buena opción” sugiere la
decoradora.
Yolanda
Río-Pérez, decoradora y especialista en viviendas, ayuda a miles de personas a decorar sus
hogares con personalidad y buenos criterios.
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libro “Ideas
geniales para sacarle partido a tu hogar”, que está disponible
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