Ya no es cosa del futuro pensar en un hogar interconectado, con electrodomésticos inteligentes, luces programadas para apagarse o prenderse en determinadas horas del día, cámaras de seguridad y cerraduras que reconocen huellas digitales.
El campo de la domótica ha avanzado en gran medida en países desarrollados como Japón, Estados Unidos y algunos lugares de Europa.
Esta tecnología también está disponible para el mercado de Latino América y continúa expandiéndose en el mundo. Seguramente con los avances en este campo, será cada vez más habitual ver dispositivos de este tipo entre nosotros.
Se llama domótica a la tecnología aplicada a la automatización del hogar. La palabra tiene su origen por la combinación del término “domus”, que en latín quiere decir "casa" y "tica" derivada del griego, y que quiere decir que algo funciona de forma independiente o “automática”.
El objetivo de la domótica es interconectar cada componente electrónico o eléctrico de una casa en una red común, para brindar mayor control, seguridad, comunicación y comodidad a sus habitantes y así mejorar la calidad de vida.
De esta manera, cada electrodoméstico pasa a ser parte de un sistema integral al que se puede acceder desde una PC o un dispositivo de mano desde dentro o incluso fuera de nuestro hogar.
A esto se le puede sumar el uso de sensores y otros dispositivos de monitoreo que le servirán a la casa como indicadores para realizar tareas de forma automática, sin intervención de las personas.
Cada uno de estos dispositivos puede estar conectado a la red hogareña a través de cables o en forma inalámbrica con tecnologías como Wi-Fi y Bluetooth.
La domótica no se queda solo ahí, sino que además incorpora muchas de las tecnologías que ya conocemos como internet de banda ancha, televisión de alta definición, telefonía móvil y videoconferencia.
Podemos dividir las ventajas que ofrece la domótica en las siguientes categorías:
– Comunicación: Internet, televisión satelital, telefonía fija y móvil, todo en un solo paquete.
– Seguridad: Mediante la utilización de alarmas contra intrusos, incendios, fugas de gas y agua. Cámaras de vigilancia monitoreando el exterior y el interior de la casa.
Acceso a estas cámaras desde cualquier televisor del hogar o desde cualquier dispositivo que tenga una pantalla (incluso remotamente con el uso de internet).
– Comodidad: Persianas y cortinas que se abren cuando salen los primeros rayos del sol a la mañana y se cierran al anochecer. Ambientes que mantienen la temperatura del interior del hogar en un nivel confortable aprovechando para ahorrar la energía solar, y encendiendo la calefacción cuando es necesario.
Ocio con la televisión de alta definición, combinado con internet de alta velocidad y consolas interactivas de videojuegos.
Ahorro de tiempo en tareas rutinarias. Desde habitaciones que se iluminan cuando detectan la presencia de una persona, hasta cafeteras que comienzan a funcionar automáticamente a determinada hora del día.
Ahorro de dinero en energía mediante la regulación automática de sistemas de iluminación, calefacción y aire acondicionado.
Asistencia para personas con discapacidades.
Electrodomésticos inteligentes
Para muchos, la posibilidad de grabar sus programas favoritos, programándolos en la videograbadora, antes de ir a dormir o salir de casa, fue un gran avance de la tecnología.
Con la domótica, cada electrodoméstico se convierte en una pieza de una compleja red que es accesible por nosotros a través de una PC, desde nuestro teléfono celular o mando a distancia programado.
Esta red tiene un cerebro que es el centro del funcionamiento de toda la casa y cuya inteligencia permite hacer que todo funcione de forma autónoma. Cuando encuentra un electrodoméstico que no está en uso, lo apaga para ahorrar energía.
Además, una conexión a internet le permite tener acceso a una fuente de datos inmensa, que puede ser muy provechosa para funcionalidades adicionales.
Pensemos en un ejemplo de como se puede aprovechar las telecomunicaciones en la domótica. Supongamos que por la mañana, antes de salir al trabajo, preparamos la cena y la dejamos en el horno para comer en cuanto lleguemos por la noche.
La casa sabe a qué hora salimos del trabajo y cuánto lleva la cocción de la comida que tiene dentro, por lo tanto sabrá en qué momento encender el horno para que la cena esté lista en cuanto lleguemos.
Pero pensemos ¿qué pasaría si nos retrasamos en el regreso?. Podríamos enviar un mensaje por e-mail o desde el celular (predefinido para que lo comprenda el sistema) y así reconfigurar la hora encendido del horno.
En el campo de las heladeras, ya existen modelos que incluyen pantallas en la puerta e incluso ofrecen televisión.
Con el avance de la domótica se perfeccionará el acceso a la información de los productos que tiene dentro la heladera y la fecha de vencimiento de su consumo.
Nos podrá mostrar una variedad de recetas extraídas de la web como sugerencias y en caso de que lo programemos, podrá ordenar nuevos productos al supermercado en cuanto vayamos consumiendo, para no quedarnos desabastecidos.
Las aspiradoras inteligentes se ocuparán de la limpieza. Ya se ha creado un pequeño robot con forma de disco que se desliza por las habitaciones cuando están vacías y se lleva la basura que está en el piso, eludiendo los muebles. Cuando requiere energía, se dirige solo hasta el toma corriente y se queda conectado allí.
Despertarse por la mañana resulta placentero en la casa inteligente. Mediante ambientación con nuestra música favorita se van encendiendo las luces o abriendo las persianas en forma gradual a partir de la hora indicada. La temperatura del hogar es agradable tanto en un día muy frío como en uno demasiado caluroso.
Los televisores en este tipo de casas poseen enormes pantallas planas con máxima definición y nos permiten informarnos, disfrutar de una película, jugar con consolas interactivas de videojuegos, realizar una teleconferencia o monitorear la seguridad de nuestro hogar a través de las cámaras instaladas.
Seguridad en la casa digital
Un aspecto que consideramos fundamental cuando compramos una casa es la seguridad que nos brinda. De tener la posibilidad, a todos nos tranquilizaría que nuestro hogar sea una fortaleza que nos garantice nuestro bienestar. Con la domótica, podemos minimizar el riesgo, para protegernos a nosotros y a nuestra familia.
Podemos restringir el acceso a nuestra propiedad a través de cerraduras inteligentes, como por ejemplo la que se activa por medio de la huella digital.
Esta consiste en un sistema que permite la apertura de la cerradura únicamente al reconocer nuestra huella dactilar (o la de las personas autorizadas) luego de apoyar el dedo en una pequeña dispositivo ubicado en la puerta.
Otro sistema similar de cerradura inteligente se puede combinar con la utilización de un teléfono celular. Ya hay modelos de puertas que se abren a través de un comando desde el celular, o simplemente cuando lo acercamos a la entrada. Si se requiere mayor seguridad, la puerta puede solicitar el número PIN del teléfono.
Si nos preocupa la intromisión de extraños en nuestro hogar, podemos contar con una serie de sensores de movimiento que cubran el perímetro de la propiedad por las noches, o cuando la casa está deshabitada. Estos sensores pueden estar conectados a centrales policiales para alertar a las autoridades y ser completamente silenciosas.
Sumado a esto, un circuito de cámaras de vigilancia nos permite controlar lo que ocurre en cada habitación de nuestro hogar y también fuera de él, con la ventaja de poder acceder a las cámaras desde nuestro trabajo o incluso desde otra ciudad, si es que estamos de vacaciones y contamos con internet.
Otra interesante alternativa que nos brinda la casa inteligente, es la posibilidad de simular actividad.
Es decir, en caso de que la casa quede deshabitada, podemos dejarla programada para que las luces se enciendan cuando se hace de noche y para que el equipo de audio o el televisor funcione de modo tal que parezca que alguien está dentro. Esto constituye un excelente recurso para desalentar a ladrones que se aprovechan de las casas deshabitadas.
Pero no sólo debemos protegernos de intrusos. Muchas veces los peligros provienen de accidentes, así que es mejor estar preparados para ello.
La casa inteligente cuenta con sensores incorporados con la capacidad de detectar fugas de gas y de agua. También pueden detectar el fuego y así prevenir un incendio comunicándose, si es necesario, con la central de bomberos más próxima.
Integración con la PC
Mediante el uso de nuestra computadora personal, podremos gestionar cada uno de los aspectos de nuestra casa inteligente, para configurarla según nuestras necesidades.
La conexión entre la PC y el electrodoméstico o sensor, puede ser a través de puertos serie o USB, para aquellos dispositivos que dispongan de estos conectores.
Otro medio de comunicación es el protocolo X10 que vincula dispositivos a través de la línea eléctrica.
Aquí es necesario disponer de un receptor que se conecta a la PC y dispositivos que incorporen esta tecnología, que se comunicarán con nuestra computadora con solo ser enchufados a la red eléctrica. También se pueden colocar dispositivos para adaptar electrodomésticos.
Para dirigir todo desde la PC, se utiliza un software con interfaz gráfica y de fácil manejo. Este programa, centraliza todas las operaciones que nuestro hogar inteligente puede realizar y nos da el control absoluto a nosotros.
Los controles son muy intuitivos para manejarlos; por ejemplo, el regulador de intensidad de luces es similar al control deslizante que usamos normalmente para subir y bajar el volumen de nuestra PC.
La interfaz de usuario puede permitir manejar el programa a través de nuestro teclado y mouse, aunque ya hay sistemas que funcionan con la voz humana.
Una gran ventaja que aporta la domótica es su conexión con internet, por ello, para controlar este software no es necesario estar dentro del hogar, puede accederse en forma remota desde cualquier otra PC que tenga acceso a la red.
Es importante destacar que no es necesario poseer una PC de última generación para poder instalar este software. Un equipo de gama media alcanzará para poder controlar nuestro hogar.
Entre algunas de las posibilidades que podemos aprovechar, está la de realizar grabaciones con nuestras cámaras de seguridad, así como también obtener capturas de imágenes estáticas.
La domótica ya comienza a estar a nuestro alcance. El costo de algunos dispositivos es elevado, pero esta tecnología sigue en desarrollo y como ocurrió con otros avances, en un tiempo se masificará su uso.
La domótica sigue en desarrollo y el futuro promete, entre otras cosas, pantallas táctiles en un mayor número de dispositivos, desde la heladera hasta cafeteras; masificaciones del uso de conexiones inalámbricas, dejando olvidados los cables.
La domótica seguirá brindando mayor seguridad, comodidad, entretenimiento, ahorro de tiempo y energía para alcanzar un nivel de vida como nunca antes se logró.
Sin dudas esta tecnología empieza a convertir el hogar actual en un nuevo espacio, con una gran cantidad de beneficios, que nos permitirán aprovechar mejor nuestro tiempo.
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