Cuando nos vamos poniendo viejos, parece que necesitamos.
Con los hijos fuera de casa, guardamos menos alimentos. Muchos de nosotros
necesitamos menos horas de sueño que cuando éramos más jóvenes. Y la mayoría de
nosotros ha aprendido a vivir con menos dinero.
Pero hay una cosa que
necesitamos más que nunca cuando envejecemos: luz. Si usted tiene 30 años, por
ejemplo, necesita más luz para leer que cuando tenía 15 años. Y la gente entre
los 50 y 60 años de edad necesita aun más luz para ver correctamente.
Hágase un tiempo para
examinar la iluminación de su casa. Esto lo ayudará a cerciorarse de que usted
tenga mayor iluminación en los lugares que más la necesite.
Use la luz natural
La luz del sol es gratis, y
puede ayudar a aclarar cualquier espacio. No la desaproveche. Ponga su silla de
lectura al lado de una ventana. Abra las cortinas. Levante las persianas.
Mantenga las ventanas limpias. Deje entrar tanta luz natural a su hogar como sea
posible.
Agregue luz donde la necesite
Existen dos maneras de
agregar luz artificial a su hogar. Añadir más accesorios de iluminación o
aumentar el voltaje de las lámparas. Antes de hacerlo compruebe si el aparato
soportará más voltaje. No use una lámpara de mayor voltaje de lo que el aparato
recomienda.
Esté seguro de que todas las
calzadas, escaleras y entradas fuera del hogar tengan suficiente luz. Las luces
brillantes lo ayudarán a mantenerse en actividad durante la noche. También
ahuyentará a los ladrones.
Por ejemplo, sería una buena
idea instalar luces que se prenden solas cuando alguien pasa cerca de la
entrada. Algunas luces también se encienden solas cuando comienza a oscurecer o
cuando alguien hace ruido.
La buena iluminación en
todas las escaleras – adentro y afuera – es también imprescindible. Ponga un
interruptor en el comienzo y el final de cada escalera, de modo que nunca quede
a oscuras. Cerciórese de que las luces estén colocadas correctamente en cada
rincón de la escalera. Deben ser muy brillantes para iluminarla completamente.
Cerciórese de que todas las
áreas de trabajo –como así también la cocina– tengan suficiente luz. Monte las
luces debajo de los gabinetes de la cocina. Aclararán todo el área de trabajo, y
usted no lo sorprenderán jamás las sombras.
Ilumine todos los lugares donde los miembros de la familia hacen sus lecturas.
Utilice tres tipos de lámparas de distinto voltaje de modo de que cada miembro
de la familia pueda seleccionar la cantidad de luz que quiere.
Utilice las lámparas que le
permitan dirigir la luz exactamente donde usted la necesita. Las lámparas de pie
son muy buenas para esto, pues tienen un cuello flexible que le permitirá
apuntar la luz adonde usted quiera.
Y no se olvide de las
lámparas de noche o veladores. Pueden ahorrarle un tropiezo cuando usted se
levanta para ir al baño a las tres de la mañana. O sirven para los chicos que se
asustan de la oscuridad, al quedar prendidas toda la noche.
Prender las lámparas con
facilidad
Cuando usted instale los
accesorios tenga en cuenta el poder prenderlos con facilidad.
Y antes de comprar una
lamparita, cerciórese de que el bulbo facilite el cambiarlas. No compre luces de
techo con cubre lámparas. Algunas de estas tienen forma de globo, y usted tiene
que quitarlos antes de poder cambiar la bombita. A veces son difíciles de abrir.
Y es aún más dificultoso si son muy grandes, ya que se le pueden resbalar de las
manos y caer al piso.
Finalmente, cerciórese de
que el accesorio o pantalla de la lámpara o de la luz sea fácil de limpiar. Si
están sucios, no le darán toda la luz que necesita. Asegúrese de limpiarlos con
continuidad, y no se olvide de limpiar las que se encuentran en el exterior
también. Estas luces suelen llenarse de insectos durante el verano.
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