Llega Pepito
con su Mamá y dice:
- Yo ya no
quiero jugar con Juanito al rompecabezas.
- ¿Por qué?.
- Porque al
primer martillazo ya está llorando.
Llega la mamá
de Pepito a su casa y se encuentra a su hijo jugando en la sala, y le pregunta:
- ¿Qué haces
hijo?.
- Estoy
jugando.
- ¿Y con qué
juegas?.
- Con lo que
me sale de los huevos.
- ¡Óyeme
pendejo!, ¡a mí no me hablas así que soy tu madre!. ¡Eres un niñato malcriado!.
¡Majadero, hijo de la chin...! (todo esto acompañado por una suculenta y surtida
buena paliza).
Al rato llega
Pepito sangrando, moreteado y todo madreado con su Papá y le dice:
- Papi, que
sea la última vez que me compras un "Kinder Sorpresa".
|