Cuento del zapato

Esta es una historia que puede ser cierta o no, a mi me la contaron como verídica, en una trasnoche de veraneo en Puerto Madryn, (Argentina), y me causó mucha gracia, por lo cual quisiera compartirla con Uds.

Una vez en el exterior


Es algo sucedido a un hombre que trabajaba en una de las aduanas de
nuestro país, y cierta noche que no le tocaba trabajar y quería tener una salida extramatrimonial le pide a su compañero de trabajo que a partir
de cierta hora lo llame y le diga a su esposa que surgió algo, que otro de los
empleados se enfermó y que él debe concurrir a cubrir el turno, efectivamente
así fue, este señor estaba ya con su pijama puesto cuando su amigo llama y
habla con su mujer, protestando (en una gran actuación) contra la desprolijidad
y la desorganización de su trabajo, se viste, sube a su coche y se encamina a su aventura.

Después de una intensa noche de sexo y alcohol, regresa a su casa de madrugada y en silencio se acuesta rápidamente ya que a primera hora de la mañana debe realizar un viaje con su familia.

Temprano se levanta y emprende el viaje junto con su esposa, dos hijas
pequeñas y la abuela, después de cierto trayecto y en medio de una charla muy
amena, su sangre de pronto se congeló y un sudor frío amenazó con amargarle
el viaje, su mano, al pretender
relajar los músculos de su brazo, tropezó de pronto con un zapato suelto
debajo del asiento, mil
pensamientos corrieron de golpe por su mente y de cómo explicaría la presencia de ese objeto extraño en su coche, después de analizar velozmente varias
opciones decide que lo mejor será deshacerse rápidamente de esta prueba de infidelidad, por lo que aprovecha una distracción para arrojar el
calzado a un costado de la ruta.

Satisfecho y felicitándose por la habilidad y destreza con que se había
desembarazado de la prueba del delito continua su viaje hasta que su sangre se
hiela nuevamente y se forma un nudo en su garganta cuando su mujer pregunta
sorprendida: ¿NADIE VIO POR ACA EL ZAPATO DE LA ABUELA?.